viernes, 31 de julio de 2020

AGUJEROS

Foto: J.X.

Alguien dijo: Cuando el alma, constreñida por falta de espacio interior, agujerea el cuerpo, y éste se queda abatido por el dolor y sin palabras, abandonado, ¿acaso el cuerpo continúa hablando por mediación del silencio del alma, que, mientras tanto, prosigue con su labor, agujereándolo hueso a hueso en busca de una salida?

Y otro preguntó: ¿Te refieres a cuando uno adelgaza por sufrimiento?

No hubo más palabras.



jueves, 30 de julio de 2020

NI UNA SOLA VOZ...

Foto: J.X.

En la casa de él, ni una sola voz resuena en los objetos.

La casa es el silencio, que sale de todas partes, como si hubiera un escape, un reventón en las cañerías del silencio de la casa.

Cada objeto olvida su función, cae y se desparrama por el suelo, se derrite.

Ocupado por el silencio, todos los objetos quedan vacíos, inútiles.

No los reconoces, ni ellos se reconocen entre sí. Han olvidado su función. Les falta la voz que los despertaba.

Nos falta la voz, parecen decir. Se quedan fríos, en el silencio, los objetos y él.

Les falta la voz.



miércoles, 29 de julio de 2020

LAS COSAS DE CASA


Construcción y foto: J.X.

Vive en casa de la novia muerta.
Vive con sus objetos. Con sus libros, con sus álbumes de fotografías que prefiere no mirar, con las plantas y las flores que cuida, con sus vestidos colgados, con sus zapatos, con los cartones de botones, alfileres y agujas de coser, con las palabras que escribía a la memoria de su padre, con las construcciones de marionetas y teatrillos, con el acordeón diatónico, enfundado, y con las mochilas que huelen a bosques y a ríos... Con esos armarios, cajones y libros que de momento preferiría no tener que abrir.
Él vive con las pequeñas joyas de artesanía de la novia muerta. También están las cosas de él, pero es como si desaparecieran, una por una, al contacto con las demás, con los otros objetos.
Como si todas las cosas fueran otras, desconocidas, precipìtándose en el abismo del abandono.


martes, 28 de julio de 2020

CAMINO DE PERDICIÓN

Foto: J.X.

Aquella pérdida lo dejó destruido, abandonado.
Un viejo amigo le confesó que le hacía sufrir su estado.
Estas palabras de pesar lo conmovieron, y le llegó al corazón como un alivio.
Sin embargo, él le dio como respuesta:
"Que no sufriera por él, que su mal era irremediable, una maldita vida irrecuperable".
Cuando la verdad, el contenido de su corazón, era muy otro:
Aquella confesión de padecer por él, de sufrir por su estado anímico y físico, le había conmovido tanto, que habría abrazado a su amigo allí mismo, en la calle, llorando de gratitud por ver compartido ese sentimiento de dolor.
¡Tan aislada y delicada era su situación!, ¡tan frágil era su estado emocional, aprisionado entre los muros agrietados de la pérdida y el abandono!
Pero todo era imposible entonces, reconocía él después. No se sentía con derecho a estimación alguna, ni a ningún otro sentimiento noble. Se sentía culpable por todo, por cualquier palabra, por cualquier hecho del pasado, por cualesquier silencio, recuerdo u olvido. Por todo. Sentenciado. Culpable.
Por lo tanto, necesitaba purgar, aislado en un largo silencio, toda el alma y el cuerpo.
No las purgaciones mórbidas del cuerpo, del sexo, sino aquellas purgaciones que limpian la culpa del cuerpo y redimen el alma, añadía él, para que no hubiera malas interpretaciones (pese a que no ocultaba, por otra parte, las cicatrices de las otras purgaciones, las de las calles oscuras).
Pero dicen que un día cayó en mitad del camino de purgación, mientras subía cuesta arriba, exhausto, yendo del camino de perdición al camino de salvación.
Cayó al suelo bajo el peso del abandono.
Aplastado bajo el peso de la más solitaria desolación.

lunes, 27 de julio de 2020

MEDIA VIDA


Foto: J.X.

Se arrepentía de media vida, pero no quería contarla.
De la otra mitad, tampoco quería soltar prenda, como dicen en los bajos fondos. Ni confesión de trabajo ni de amor, como si fuera un delincuente fugado, o un enamorado cautivo, muerto.
Ninguna revelación.

domingo, 26 de julio de 2020

ACCIÓN DEL ABANDONO, A TRAICIÓN


(Hoy inicio la publicación de textos muy breves, poemas en prosa mínimos, enviados desde otro lugar, fuera del bosque de los espíritus)


ACCIÓN DEL ABANDONO, A TRAICIÓN

Foto: J.X.

Cada vez que nos encontrábamos al azar, en la calle o en un bar, me lo contaba así, otra vez, aquel amigo del novio de la novia muerta:

"El abandono le pillaba de mala manera, por delante y por detrás, le arrojaba al suelo y le golpeaba arriba y abajo, sin compasión alguna.
No había nadie alrededor. No había testigos."

viernes, 24 de julio de 2020

EL MONSTRUO ACECHA


Foto: Judith X., Kafka en manos del monstruo

El monstruo acecha, y muchos humanos duermen a pata suelta en el prostíbulo de la irresponsabilidad, comenta alguien del barrio.

martes, 21 de julio de 2020

POEMA COLGADO DE UN ÁRBOL DEL BOSQUE


Foto: J.X.
(Con este poema (que publiqué ayer en el blog y divulgué a través de Facebook) doy por finalizado el segundo libro de elegías en prosa dedicadas a "la novia muerta".
Supongo que, tarde o temprano, seguiré escribiendo otras cosas, sobre otros temas, o bien algunas variaciones sobre el mismo tema. No lo sé, ya veremos cómo va la vida y la escritura.
Gracias a todas y a todos por la lectura y la compañía durante estos siete mese de escritura.) 
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POEMA COLGADO DE UN ÁRBOL DEL BOSQUE

Rodeado de oscuridad,
con el corazón malherido
por el abandono, por la pérdida,
todavía resiste
cogido a los restos del naufragio.
Hace denodados esfuerzos
por alcanzar la playa de una isla,
y buscar el tesoro
que ocultan todas las islas.
Quizás encontraría en alguna cueva
un tesoro de flores marchitas,
entre oros falsos y platas envejecidas.
No importa: existe una antigua leyenda
que describe tesoros de flores marchitas
como unas flores únicas, mágicas,
que esconden en su interior,
muy adentro, dice la leyenda,
todo el tesoro acumulado por el tiempo,
antes de marchitarse la belleza.

Adivinaría el escondrijo del tesoro
por el olor de esas flores,
aunque fuera un tesoro
que nunca podría abrir,
de tan herméticamente sellado.
Este sueño del tesoro
parecía reavivar
la voluntad del náufrago,
agarrado a los resto del naufragio.
Sin embargo, pasaban los días
y no divisaba la playa de ninguna isla,
ninguna isla del tesoro a la vista.

Así soñaba el abandonado
en medio del naufragio,
mientras el viento de la tormenta
soplaba cruel a su alrededor,
alejándolo más y más de las islas
de tesoros imposibles.
Antes de cerrar los ojos
y desaparecer bajo la tormenta,
percibió aún un leve aroma
a flores marchitas.

lunes, 20 de julio de 2020

MALOS TIEMPOS PARA VIVIR Y MORIR


Foto: J.X.

Nuevo confinamiento en la ciudad, esta vez sólo recomendado, de momento.
Tampoco hoy, pues, él podrá cambiar la rosa blanca en la estancia de la novia muerta.
Cuando los dos no están en el bosque de los espíritus, todo les aleja, todo les separa cada vez más. Sin la mediación de la flor, no pueden encontrarse en ningún sitio, en ningún otro lugar, fuera del bosque.
El confinamiento de la ciudad es, para ambos, un doble confinamiento.
Por eso huyen otra vez al bosque de los espíritus, donde al menos es posible soñar sin los vigilantes de la vida y la muerte. Ejércitos de vigilantes que, si abres los ojos a destiempo, cuando no es debido, te amenazan para que vuelvas a cerrarlos.
Te prefieren dormido o muerto, y que no despiertes, a no ser que ellos, los vigilantes, te ordenen despertar (por alguna razón oscura, siempre).
Malos tiempos para vivir y morir, malos tiempos para amar y dolerse.
(El cuerpo y el espíritu de ella rebosaban bosque y mar.
Él, por el contrario, tenía el cuerpo y el espíritu invadidos de angustia y abandono.)
Ambos huyen al bosque, desde cuyas alturas se ve todo el horizonte y el mar, sin fondo...

domingo, 19 de julio de 2020

EL ESPÍRITU BURLÓN


Foto: J.X.: "Kafka en un poste de señalizaciones"

Uno de los abandonados comenta que ha pasado estos últimos días tramitando todo el papeleo que se necesita para oficializar, como es obligatorio, la defunción de la novia muerta.
Cuando vives, debes tramitar y pagar, por ley. 
Cuando mueres, debes tramitar y pagar, por ley (alguien deberá hacerlo en tu nombre, en representación de ti), dice el espíritu que resbala con las flores.
Algunos familiares, en pleno duelo, reciben reclamaciones amenazantes, coercitivas, de multas, impuestos u otras deudas pendientes a nombre del difunto, indica otro espíritu.
Los de allá abajo no exigen todavía que vaya el difunto a tramitar su propia muerte, a tramitarla de cuerpo presente, es decir, de manera presencial, en persona, apunta el espíritu burlón.
Pero todo llegará. El absurdo no tiene límites en las burocracias que todo lo dominan y paralizan allá abajo, todo, excepto la destrucción final, afirma él, otro abandonado).


sábado, 18 de julio de 2020

DUDAS ENTRE LOS ESPÍRITUS


Foto: J.X.

Si rehuía a los vivos y prefería la compañía de los espectros, ¿por qué -se preguntan algunos espíritus del bosque- continuaba tratando con los vivos?
Si su novia muerta ya había sido rescatada por los espíritus del bosque, ¿por qué seguía él merodeando por allá abajo, en el mundo, quejándose de la vida y lamentando el abandono de la novia muerta?
No quería dar el paso definitivo, invocarnos y dejar que lo fuéramos a rescatar para conducirlo al bosque, responde otro espíritu.
O aún no podía hacerlo, responde él, que convive en el bosque con los espíritus y los abandonados, al lado de las novias muertas.

viernes, 17 de julio de 2020

El CASO ASOMBROSO DE UN CUERPO AGUJEREADO POR EL ALMA


J.X.

Ésta es la historia de un caso asombroso del que daba noticia una revista de barrio, en cuya redacción recibieron un sobre sin remitente, seguramente de uno de los lectores. Contenía una hoja de papel, no firmada, que relataba lo que parecía una confesión del autor o autora:

"Cuando el abandono le atormenta, ocurre a veces que el alma se le transparenta a través del cuerpo, como si quisiera manifestarse a través de la piel. Entonces, quienes en el barrio observan o saludan a sus vecinos, quizá uno de ellos le pregunte: ¿Has adelgazado?, ¿te encuentras bien?
Si la pregunta se la hacen un día como hoy, en verano, o un día de primavera, no hay problema para responder: les dice que con el buen tiempo y el calor siempre pierdes algo de peso.
Pero si se lo preguntan en otoño o en invierno, la cosa se complica y la respuesta debe ser más elaborada, más sofisticada. En general, le gusta responder que, desde hace unos días, por comodidad, se compra la ropa una talla más grande de la que le corresponde, y eso le hace aparentar más delgadez.
Ésa es una de las preguntas que algunos, de improviso, le pueden hacer en el barrio, cuando el cuerpo transparenta el abandono que una muerte puede dejar en el alma.
Como si ésta, el alma, hubiera ido agujereando el cuerpo de manera furtiva, por las noches, cuando la organización carcelaria del cuerpo se relaja y sueña pesadillas.
Hasta que una noche, aprovechando la delgadez de las paredes, ya muy agujereadas, se escabulle entre los huesos y se escapa."

jueves, 16 de julio de 2020

ANÉCDOTAS DEL BOSQUE


Foto: J.X.

Pasa un abandonado con un ojo más triste que el otro.
Si un espíritu u otro de los abandonados albergados en el bosque, le pregunta cuál es el origen de esta falta de armonía triste en sus ojos, él responde moviendo las dos manos y señala el vacío que las separa.
Entonces, sin decir nada más, le damos un beso en el ojo más triste, y paseamos juntos entre los árboles.

miércoles, 15 de julio de 2020

ACCIDENTE DE TRISTEZA

Foto: J.X.

A causa de un golpe terrible en el alma, tenía la boca tan llena de tristeza, que dejó de hablar.
Ahora él también anda por aquí, por el bosque, recogiendo ramilletes de flores marchitas y ramas diminutas para esos pájaros que no pueden volar.
Pájaros que tienen un ala rota o cojean y ya no pueden subir, de rama en rama, a los nidos construidos en las ramas altas de los árboles.

martes, 14 de julio de 2020

ABANDONADAS Y ABANDONADOS, REFUGIADOS EN EL BOSQUE


Foto: J.X.

Uno de los espíritus, el que bebe cervezas naturales, comenta esta mañana, después de escuchar el relato del otro día, que este bosque será siempre el refugio de los abandonados y de las abandonadas por los novios y las novias muertas.
Añade también que, unos árboles más allá, cruzando el río, está la otra entrada al bosque de los espíritus, donde son acogidas las abandonadas y los abandonados por la muerte de otros seres queridos (sin noviazgo). Los cuales, a su vez, serán raptados y trasladados allá, al lado de las abandonadas y los abandonados por esta otra clase de amor.
Casi a diario cruzamos el río para reunimos todos juntos y pasear. Algunos cantan baladas de amor, con música de acordeón, para abandonadas y abandonados.

lunes, 13 de julio de 2020

UN RECUERDO EN EL BOSQUE DE LOS ESPÍRITUS


Foto: J.X.

(Recordando a Joanet, un novio vagabundo que iba al cementerio a emborracharse con la novia muerta, a escondidas de los vivos.)

Caminando a la sombra de los muertos, solitario entre los muros del cementerio, se acerca lentamente a la estancia donde aguarda, desde hace días, un brindis con la novia muerta.
No ha podido venir antes: ha estado medio muerto y extraviado por las calles.
Las dos copas y el botellín, ocultos en la bolsa, bajo un pequeño ramo de flores.
"Piensa en mí", dijo ella.
Y él brinda por ella, que confiaba en los desconocidos y en Leonard Cohen. Y brindan ambos con todas la novias y los novios muertos del cementerio, con todos aquellos que no han dejado de amar, pese a la muerte.


domingo, 12 de julio de 2020

INTERIOR DE CASA


Foto: J.X.

El espíritu que resbala con las flores, hoy nos cuenta que él, antes de llegar al bosque y convertirse en espíritu, también fue un ser abandonado.
Que no sabía vivir solo, abandonado en aquella casa que sería ya para siempre, no su casa, sino la casa de su novia muerta.
En aquella casa, pues, se sentía extraño, como si todas las cosas se hubieran desprendido de su forma y función anteriores. Como si los objetos estuvieran ahí, también abandonados, sin cuerpo, sin sentido, con trozos de alma colgando de ellos.
Objetos cargados de ausencia, que se mueven de un lado a otro, a pedazos, articulados como títeres por la desolación, sin función alguna. Entrando y saliendo tristes de los armarios, de los cajones, de los lugares más recónditos e imprevisibles de la casa, rozando el alma por todos los rincones, gastándola contra la pared.
Así fue como día a día se transformó en un trasto más de la casa, abandonado como uno más de aquellos objetos inútiles en casa de la novia muerta. Fue por entonces cuando empezó a resbalar con los pétalos de las flores.
Cuando fueron a rescatarlo, los espíritus del bosque ya habían ido a buscar y habían raptado a la novia muerta. Subieron todos juntos al bosque, con las manos entrelazadas, como enamorados que dejan atrás la casa familiar para entrar en otra casa, en otro nuevo lugar.
Así llegué a este bosque de los espíritus, donde aún, pese al tiempo transcurrido, aún sigo resbalando con las flores.

sábado, 11 de julio de 2020

HISTORIA DE UNA CINTA


Foto: J.X.

Antes de que todo ocurriera, tenía a su disposición una cinta elástica, invisible, permeable, con la que podía andar de aquí para allá, como si tuviera un amuleto, una forma de protección.
Sin temor a extraviarse en casa o fuera de ella, se adentraba en cualquier laberinto, en cualquier callejuela, en cualquier barrio de mala muerte. Sabía que siempre encontraría el camino para salir de nuevo de un laberinto, de una callejuela, agarrado a la cinta, al amuleto que lo protegía, que estaba siempre ahí, ondeando a su lado.
Hasta que un día la cinta se desgarró, se rompió de tanto tirar de ella, de tanto gastarla con el paso de los años.
Al romperse a pedazos, la cinta le dejó abandonado, a la intemperie. Sin aquel amuleto, se quedó como huérfano, absolutamente solo en casa, estremeciéndose.
Con tanta ausencia derramándose por las paredes, comprendió que había sido abandonado, esta vez, sí, para siempre, por la cinta rota, por la cinta de la novia muerta.
Así fue, hasta que los espíritus del bosque, alertados por el abandono, fueron a buscarle, lo raptaron y lo trajeron hasta aquí, entre los árboles y las voces que resuenan en el interior de las piedras

viernes, 10 de julio de 2020

EL ABANDONO SALE DE CASA Y SE OCULTA EN EL BOSQUE


Foto: J.X.

El abandono sale de casa, baja por las escaleras, cruza el portal y sale a la calle. Se dirige al bosque, a esconderse, lejos de las paredes del mundo, que sangran empapadas de crueldad y violencia.

Cueva, caverna, gruta, guarida, albergue, amparo,
profundidades, rincón, sima, sótano, escondite,
subterráneo, madriguera, túnel, escondrijo,
protección, resguardo, cobijo, morada,
refugio del bosque de los espíritus,
cripta de las palabras, que reptan malheridas.

(Los espíritus del bosque advierten a los dolientes de abandono, que existen otros refugios, otros claros del bosque, ocultos, reservados a las novias muertas, a sus dolientes y a todos los sangrantes que busquen refugio.
Refugios que no pueden hacerse públicos fuera del ámbito del bosque.)

jueves, 9 de julio de 2020

ELEGÍA BREVE ENCONTRADA ENTRE LAS HOJAS DE UN ÁRBOL


Foto: J.X.

Elegía breve encontrada entre las hojas de un árbol del bosque de los espíritus.

El dolor alargará las palabras hasta la última mañana, y más allá.
El abandono alargará las palabras hasta la última tarde, y más allá.
La ausencia alargará las palabras hasta la última noche, y más allá.
El dolor, el abandono, la ausencia, alargarán las palabras hasta la última tarde, hasta el último día de la novia muerta, y más allá, hacia el silencio.
Hacia el silencio, hacia el silencio.

martes, 7 de julio de 2020

EL ABANDONO


Foto: J.X.

Hoy él no está en el bosque de los espíritus.
Ha regresado, a vuelto a casa.
A sentirse abandonado en casa de la novia muerta.
Sentirse abandonado en la calle y en todas partes.
Como una planta en una maceta, con las raíces escarbadas y mordidas por alimañas nocturnas, en la barandilla del balcón. El abandono.
Raíces escarbadas y mordidas, dejadas al desnudo en la maceta del balcón, a merced de todos los vientos y lluvias, de todas la tempestades. Abandonadas, la planta, la maceta. Abandonado quien lo mira, quien lo siente.
Agostándose inútilmente, esperando en vano otra flor, en el balcón, donde permanece la maceta, abandonada, como él.
Todo abandonado.
Es el abandono en casa de la novia muerta, que baja por la escalera, sale a la calle y el abandono se extiende más allá, por todas las calles.
No se ven ángeles en las aceras, aguardando a los abandonados. No los ves. No hay un ángel que te aguarde al doblar una esquina. Un ángel de la guarda que aguarde tu abandono. No lo ves.
¿Pero están? ¿Deberían estar?, pregunta un desconocido, otro abandonado por una novia muerta.
Hay que subir al bosque de los espíritus. Ellos ya dicen que no saben volar como los pájaros. No son ángeles. Se trasladan de un lugar a otro como pueden, a trancas y barrancas. Como pueden..., responde él.
Vamos, le dice al desconocido abandonado, y, dándose la mano, se encaminan al bosque.
Se orientan en la noche estrellada, como dos vagabundos, como dos enamorados abandonados.

BAJA Y SUBE LA CANTIDAD, EL PESO...


Foto: J.X.

Recién llegado al bosque, otro novio de una novia muerta, raptado por los espíritus para alejarlo de la desolación, pregunta: ¿Qué hacer, cuando la otra persona, aquella persona que vive contigo, harta de sufrir y de mal vivir, decide escoger la muerte, y exige dejar de vivir a quienes tiene a su lado (amigas, familiares, sanitarios).
Para quien muere de enfermedad, lo peor no es la muerte, sino la enfermedad y el dolor, dice uno de los espíritus.
Es quien, por el dolor y el mal vivir, escoge la muerte, añade otro espíritu.
Quien sobrevive a la muerte de un ser querido que ya no quería vivir, siente, al principio, que el propio dolor que se había ido acumulando a lo largo del tiempo, se hace más leve, más soportable al ver que la otra persona ha podido al fin abandonar su dolor y partir hacia lo desconocido.
No obstante, al cabo de pocos días, aquel dolor acumulado, que se había aligerado entre la partida del ser querido y la burocracia del duelo, aquel dolor, ahora, aumenta con la muerte. Es el dolor de la ausencia. El dolor de seguir viviendo en casa de quien ha muerto, de seguir contemplando sus cosas, reordenándolas, y a veces ocultándolas, desesperadamente, para no volver a encontrarlas durante un tiempo. El peor dolor de quien sobrevive es este vacío, esta ausencia, confiesa el recién llegado.
Un mal incurable, también, si no encuentras un bosque de los espíritus donde ser acogido y refugiarte, advierte el espíritu que resbala con las flores.

lunes, 6 de julio de 2020

SÁBADO, MAÑANA

Foto: J.X.

Cuenta que, ayer sábado, en el quiosco de flores del cementerio no tenían la rosa blanca, y por eso esta vez ha entregado dos claveles blancos a la novia muerta.
Después, ha hecho un poco de jardinero, como suele hacer algunos sábados.
Ha levantado del suelo unas macetas de flores de plástico que el viento había derribado.
Ha cerrado la puerta de cristal de un nicho que el viento había abierto.
También ha intentado cerrar otra de las puertas, pero estaba demasiado alta y, poniéndose de puntillas, sólo ha podido palmearla y entornarla.
Solo entre los muros, has sido por unos instantes el jardinero de los difuntos, comenta uno de los espíritus.
O el barrendero del cementerio, añade otro espíritu, menos poético.

domingo, 5 de julio de 2020

RAMAS ROTAS


Foto: J.X.

(Este texto forma parte del segundo libro de elegías, de poemas en prosa dedicados a la "novia muerta", y dedicados en general a la ausencia y memoria de lo querido, de lo más querido. 
Creo que debo finalizarlo en breve. Sin embargo, por otra parte, una honda superstición me hace temer finalizarlo algún día.
También hay otra opción: dejarlo inacabado, con un final abierto, que fluya libre como un río, como una sinfonía inacabada, a la que siempre cabe la posibilidad, mientras uno pueda componer, de añadirle otra nota más.)


RAMAS ROTAS

Hoy no hay ninguna rama que no sea frágil, que se rompa en las paredes escarpadas del abismo.
Ninguna palabra señalada en las rocas, que te alargue la última o la penúltima sílaba hasta la boca. Con una sílaba sería suficiente para sostenerte unos instantes, a la espera de la palabra.
Pero no hay ninguna sílaba, ninguna rama de arbusto a la que uno pueda agarrarse y sostenerse, aunque sea cabeza abajo.
Todo va hacia el silencio, a decirse en el silencio, a caer al fondo del silencio.
Al silencio. Al fondo del silencio. A decirse en el silencio.

Pero unas voces resuenan en la piedra.
Si no puedes hablar, si tienes la boca llena de extravío y no encuentras ninguna rama ni sonido que detenga la caída...
No balbucees, no farfulles nada más, quédate vacío. Deja que el silencio hable por ti y nos llame, deja que el silencio nos convoque.
Acudiremos, sea cual fuere la distancia, la culpa, la palabra envenenada, o la falta de palabra libertadora.
Acudiremos en el silencio y desde el silencio. Sin palabras, sin preguntas.
Desde el silencio, saldremos de todos los lugares del bosque y acudiremos a sostenerte el alma rota, esos restos de alma extraviados que no pueden hablar, que no pueden agarrarse a una rama del abismo -proclaman unas voces desde el interior de una piedra.

sábado, 4 de julio de 2020

UNA PREGUNTA DELICADA


Foto: J.X.

Él hoy se atreve a preguntar a los espíritus sobre una cuestión familiar.
La pregunta es la siguiente: ¿El espíritu de mi tía paterna -que curaba los celos amorosos de los niños, y paseaba por casa cuando su esposo difunto la visitaba por la noche-, ella, su espíritu, tal vez está con vosotros, en el bosque?, pregunta él.
Verás, en el bosque de los espíritus no tenemos aquella forma ni aquella identidad que nos clasificaba en el pasado, explica uno de los espíritus. Aquí nos vamos conociendo por algunos de nuestros actos, costumbres y aficiones.
A modo de ejemplo: hay uno que resbala con las flores, otro que gusta de beber cerveza; uno que baila del brazo de las novias muertas, otro que silba viejas canciones; uno que dibuja siempre el mismo árbol, otro que canta baladas..., y así otros, muchos otros, cada uno con su modo de hacer las cosas aquí, en el bosque, añade otro de los espíritus.
Entre los cuales, el espíritu de tu tía paterna podría ser aquel que, junto al río, acaricia las flores marchitas y las malas hierbas, como haces tú, y recibe a los espíritus pequeños que ascienden al bosque antes de tiempo, extraviados, sin que nada ni nadie pueda orientarlos desde abajo. En cuanto llegan, esos pequeñuelos son invitados a entrar en el bosque y a convivir con las novias y los novios muertos, bajo nuestra protección amorosa, indica el espíritu que resbala con las flores.

Hay un murmullo de hojas que viene del otro lado del río, que sube con la brisa y luego desciende y resuena dulcemente en el interior de una piedra.


viernes, 3 de julio de 2020

COLOQUIO ENTRE LOS ÁRBOLES


Foto: J.X.

Él dice que no es soltero, ni casado, ni separado, ni viudo. Simplemente, cuando no pasa unos días en el bosque de los espíritus, vive en estado de soledad en casa de la novia muerta.
Antes, sí, tenía una compañía que creía ilimitada. Ahora ya sabe que no era así, que no era ilimitada.
Los espíritus le responden que siempre los tendrá a ellos, en calidad de guarda y compañía, como si fueran ángeles de la guarda, pero que no lo son, aclaran para evitar confusiones espirituales.
Él dice que cree en los espíritus, como su tía paterna, medio maga, medio espiritista, que curaba los celos amorosos de los niños del barrio con una imposición de manos en la cabeza. No cobraba ningún dinero por ello, advierte: era una pura acción espiritual de amor, y a veces las madres le regalaban unas flores, como agradecimiento por la cura de los celos amorosos.
Los espíritus le aseguran que guardarán y mantendrán en pie su alma herida en este mundo, mientras viva, y después en el bosque. Después..., si él quiere y los invoca, saldrán a buscarlo y lo raptarán del cementerio o de donde sea, como han hecho con la novia muerta, y lo traerán otra vez al bosque de los espíritus, desde abajo.
Él les da las gracias y les expresa su admiración por ese eterno bajar y subir con que los espíritus salen en busca de las novias y los novios muertos, para darles refugio en el bosque.

jueves, 2 de julio de 2020

UN ESPÍRITU SE ENAMORA DE OTRO ESPÍRITU Y LE DEDICA UN POEMA


Foto: J.X.

En el bosque, un espíritu que se ha enamorado de otro espíritu, le dedica un poema.

En un claro del bosque donde se refugia nuestro amor,
la muerte no tendrá nunca sombra ni dominio.

Explican los espíritus del bosque, que, sólo en casos excepcionales, un espíritu se enamora de otro espíritu.
Por otra parte, advierten los más entendidos, que los espíritus enamorados no suelen dedicarse poemas de más de dos versos, como si fueran “ejercicios breves de eternidad amorosa”.
Consideran que en uno o dos versos se puede decir y concentrar todo el amor del mundo.
Exhibir más poesía, aquí, en el bosque, sería vanidad; exhibir más amor, imposible.

Él considera que el enamoramiento de dos espíritus, así como los poemas de dos versos que algunos se dedican, podría ser interpretado de manera tragicómica o cursi por los que habitan allá abajo.

Los espíritus nos movemos en otro ámbito, donde no caben los prejuicios humanos ni poéticos, responde el espíritu que resbala al pisar una flor.


miércoles, 1 de julio de 2020

¿QUÉ HAY MÁS ALLÁ DEL FONDO?


Foto: J.X.

Una voz resuena en el interior de una piedra.

Suponiendo que el espacio del alma tenga unos límites de capacidad para contener el dolor, traspasados los cuales ya no le quede más espacio para continuar recibiendo los golpes de la vida y la muerte, ¿qué hacer entonces?

Cuando se acaban las palabras y el resto del alma se queda sin espacio, ¿dónde poner la tristeza, en qué vacío depositarla?
¿Qué más se puede hacer, cuando la tristeza se desborda del cuerpo?
Cuando la tristeza se derrama alma abajo y va más allá del fondo, ¿qué más se puede hacer?
¿Qué hay más allá del fondo?
¿Se detendrá, allá, donde sea ese allá, y la tristeza dejará de ser..., o, por lo menos, ya no será tan triste, más allá del fondo?

Los espíritus del bosque y él escuchan una voz triste que resuena en el interior de una piedra.