Construcción y foto: J.X.
Vive
en casa de la novia muerta.
Vive
con sus objetos. Con sus libros, con sus álbumes de fotografías que prefiere no mirar, con las plantas y las flores que cuida,
con sus vestidos colgados, con sus zapatos, con los cartones de botones, alfileres y agujas de coser, con las palabras que escribía a
la memoria de su padre, con las construcciones de marionetas y teatrillos, con el acordeón diatónico, enfundado, y con las mochilas que huelen a bosques y a ríos... Con esos armarios, cajones y libros que de momento preferiría no tener que abrir.
Él
vive con las pequeñas joyas de artesanía de la novia muerta.
También están las cosas de él, pero es como si desaparecieran, una
por una, al contacto con las demás, con los otros objetos.
Como
si todas las cosas fueran otras, desconocidas, precipìtándose en el
abismo del abandono.
1 comentario:
Yo ee abrazo Albert. Te acompaño en tu travesía por la memoria. Y te digo, desde los territorios del alma, cuando entre tus manos coloques las prendas vacias, llénalas de la vida que un día tuvieron y que entre tus manos, y con la ropa tuya dispueta a su lado, volverám a encender lo vivido. Y eso, Albert, es un inmenso privilegio que la vida nos otorga. Entre esa telas ella mira t tristeza y mñas de una vez se habrá cocado aguno d esos trajes sin que vieras para invitarte a danzar. No mires lo inmovil. Atrae con la magia de esa Pensión increíble que administras, los solares de la vida. Y sonríe con ella. Así de pronto lgras acabar con la tristeza de ambos. Todo mi cariño. De Mery uno de tus hospederos más agradecidos.
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