Hablando, hablando, diciendo una palabra tras otra, e intentando explicarlas más de la cuenta con nuevas frases, se fue quedando sin palabras, una a una se le fueron gastando todas, y al final se quedó sin nadie con quien poder hablar en el barrio, ya que no entendían las palabras que él decía. Entonces, optó por el silencio, ahora ya estaría solo, se dijo, sin más palabras y sin nadie alrededor.
Pero fue justo entonces cuando más preguntaron por él y sospecharon de su silencio. Lo persiguieron, por fin lo encontraron y lo silenciaron para siempre.
Si ya no hablaba con nadie, si ya no decía una palabra tras otra, ¿por qué lo mataron ahora, precisamente cuando dejó de hablar?, se preguntaban algunos.
Y alguien respondió que el caso estaba muy claro: sus silencios eran más peligrosos que sus palabras, pues ahora hablaba a escondidas, cuando nadie lo oía ni podía tener conocimiento y control de sus palabras. Ahora, cuando callaba, era más peligroso con sus silencios que con las palabras de antes.
Pero hay otros que afirman que el problema en realidad era otro: nadie se hubiera preocupado de sus palabras o de sus silencios si, en lugar de decir sus palabras, de ordenar sus propias palabras y decirlas, hubiera aceptado decir y repetir las palabras de los otros, las palabras cuyo uso ya estaba establecido en el barrio desde tiempos inmemoriales.
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Pero fue justo entonces cuando más preguntaron por él y sospecharon de su silencio. Lo persiguieron, por fin lo encontraron y lo silenciaron para siempre.
Si ya no hablaba con nadie, si ya no decía una palabra tras otra, ¿por qué lo mataron ahora, precisamente cuando dejó de hablar?, se preguntaban algunos.
Y alguien respondió que el caso estaba muy claro: sus silencios eran más peligrosos que sus palabras, pues ahora hablaba a escondidas, cuando nadie lo oía ni podía tener conocimiento y control de sus palabras. Ahora, cuando callaba, era más peligroso con sus silencios que con las palabras de antes.
Pero hay otros que afirman que el problema en realidad era otro: nadie se hubiera preocupado de sus palabras o de sus silencios si, en lugar de decir sus palabras, de ordenar sus propias palabras y decirlas, hubiera aceptado decir y repetir las palabras de los otros, las palabras cuyo uso ya estaba establecido en el barrio desde tiempos inmemoriales.
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- A Mery Sananes, Jose Ferraz, M Cinta Montagut Sancho y 10 personas más les gusta esto.
- Jose Ferraz ¡Muy bueno, Albert! más de uno debería despertar a la mediatización del "periódico único" La cataluña silenciosa, no obstante, comienza a derpertar y de una vez ha perdido el miedo a la tiranía fundamentalista de los fachas de CIU
- Albert Tugues Osías, como lector de mi propio texto (no, pues, como autor, que diría Eliot), creo que el personaje calla por falta de palabras, de palabras que puedan decir y generar otras palabras, con lo cual se establece la incomunicación. Pero dentro de la misma incomunicación hay silencios elocuentes, que hablan por sí mismos, y por tanto también puedes ser acusado de hablar y decir palabras que no deben ser dichas. Quizá todo muy kafkiano, pero Kafka era judío y conocía el valor de las palabras silenciadas y de los silencios que hablan. Ah, José Luís, en este caso no me refería a Catalunya ni por supuesto a "los fachas de CIU" (¿convocar elecciones es de fachas?, no sabía que los del PP o el PSOE las convocaban de otro modo y no cuando les interesaba). Sino que me refería a la incomunicación del ser humano, que se va ampliando a medida que las palabras son manipuladas y significan cosas diferentes para cada uno, según sus intereses creados, como decía don Jacinto Benavente.
- Jose Ferraz Me alegro que al menos, hoy, Albert, descansemos de "los fachas" (y que son todos los que usan el poder despóticamente) y podamos disfrutar de tus escritos sin triples lecturas (dobles, sí, por aquello de la poesía). Buenos días
- Albert Tugues s Perfecto, José Luis, creo que poco a poco llegaremos al diálogo fructífero. Se trata de aflojar la cuerda por los extremos, un poco de aquí y un poco de allá, nadie tenemos la verdad absoluta y todos tenemos agravios y ofensas en la memoria, y por tanto hay que vivir el presente, como dices a veces, y saber distender y aflojar la cuerda demasiado tensada.
- Olga Monet Cada cual que lo interprete como quiera, Sr. Tugués, pero me quedo con la interpretación pícara y traviesa de Jose Ferraz.
- Josep Moreno Sr. tugués, yo ya tengo una edad... La manipulación a la que estamos siendo sometidos los ciudadanos catalanes en manos de los nacionalistas, es, como mínimo bastante preocupante. Ver a personas como Ud. defender sin reparo a los grupos de derecha en el poder, es muy desconcertante
- Albert Tugues Éste es el problema que no se acaba de formular bien. Deberíamos explicar más (y yo el primero) que ahora, en este momento político, no se trata de un asunto de derechas ni de izquierdas, sino de catalanistas unidos. Ademas de CIU, hay socialistas como Rubert de Ventós, el grupo de los Maragall, hay los de Esquerra Republicana y algunos de Iniciativa, etc., que van unidos en la idea del referéndum, y son de ideologías distintas, pero el partidismo queda a un lado en este momento histórico. En cuanto a mí, soy anarquista por tradición familiar, pero anarquista catalán y por supuesto pacifista. Un millón y pico de personas se manifestaron a favor de una Catalunya con Estado propio, no por ideas de izquierdas o de derechas o sindicales. Una vez constituido el Estado propio, los catalanes ya decidirán que tipo de gobierno quieren.
- Jose Ferraz Lo cierto es que no hay punto de encuentro... Por mucho diálogo, Albert, en ningún momento veo que se encuentren los que quieren la independencia de España (y por tanto de Europa) y los que quieren ser catalanes dentro de España, porque se sienten ambas cosas. Desde luego es un asunto que traerá tela. Yo también espero y deseo que no haya violencia. Espero que incidentes como los de los chicos catalanistas que golpearon al padre que iba con su niña en brazos, en la pasada manifestación, no se vuelvan a repetir
- Albert Tugues No manipulemos, no manipulemos las imágenes ni los vídeos (patrocinados por los españolistas derechistas de Intereconomía, Libertaddigital, y otros)..., porque hay imágenes y vídeos para todos los gustos e ideologías. Un poco más de objetividad y tolerancia.