Foto: J.X.
Cuando él se estremece delante de la novia muerta, ¿se estremecen también los huesos de ella? -No, no se estremecen, canta la niña que pasea al cuervo.
Dice, ¿quién lo dice?, que si puede escribir tres o cuatro palabras justas al día, ya dispone de suficiente dosis de imaginación para continuar sobreviviendo.