jueves, 7 de abril de 2022

RECITAL GROTESCO EN EL BAR

Foto: J.X.
Después de tomar unas cuantas cervezas se ponía trágico y dramatizaba, gesticulando, recitando con voz grave, como si estuviera interpretando a Shakespeare en un ejercicio del Instituto del Teatro, donde estudió un año, solo un año, reiteraba, porque en su vida ya había suficiente teatro para, además, tener que estudiarlo con nuevas técnicas dramáticas.

Se subía a una silla, manteniendo el equilibrio a duras penas, y recitaba, trágico, pero con voz y gestos  grotescos:

Todos dormiremos en un ataúd,

sin soñar, sin despertar.

O acabaremos en un horno, incinerados,

que viene a ser casi lo mismo,

pero sin ratoncitos con pétalos de flores

que nos perfumen

por fuera y por dentro del ataúd,

como en un cuento de Allan Poe,

pero con flores.

Sin soñar, sin despertar.

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