Cayó agarrado a la última palabra.
Como se agarró a la cola, podemos decir que cayó agarrado a la cola de la última palabra.
Una palabra, la última, que es puro silencio, después de tantas palabras y entrechocar de dados falsos.
Poco más podemos añadir, salvo la falta de ruido al caer.
El silencio de la caída, de su caída, agarrado a la cola de la última palabra.
Un gota de sangre y una flor marchita alrededor.
Sin dados falsos.
(Antes de caer con la última palabra, había escrito en una libreta, entre cromos pegados y dibujos: "Los dos niños enamorados se amaron más allá de la muerte, en las grutas de todos los bosques, a escondidas de los vivos que los habían condenado.")
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