Foto: J.X.
Intentó fugarse.
Quería escapar.
Huir de todo y de todos.
Escapar de la primera y de la última cita, de la primera y de la última desesperación, de todos los vacíos.
Huir de todos los trabajos, de todos los accidentes.
Escapar de todos los compromisos y obligaciones, de todas las enfermedades, de todos los problemas domésticos, de todas las casas y de todas las calles.
Intentó fugarse, huir de los vivos y de los muertos.
Desaparecer en un bosque, confundido como un árbol más.
Desaparecer allá lejos, donde el mar se ilumina de noche.
Desaparecer en el desierto, escondido en un oasis o en un espejismo.
Desaparecer en la gruta secreta de una montaña.
Fugarse, huir de todas las cárceles, de todos los laberintos, del ruido ensordecedor de las voces, de todas las voces
Pero al fin cayó en su intento de fuga.
No podía escapar de sí mismo.
Se tambaleó, cayó en la calle y murió en una acera, aplastado por toda la tristeza del mundo.
Tenía una flor en el bolsillo y un papel entre las manos, con un nombre escrito y un pequeño corazón dibujado en lápiz de color.
Una flor y un nombre amoroso era lo único que llevaba consigo en la huida, las únicas dos cosas de las que no quería escapar en su intento de fuga.
1 comentario:
Julie Hermoso
Ramòn Lupiañez
Ariel Fridman
Isabel Mercadé
María José De Los Santos Auñón
Jorge de los Santos
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