Foto: J.X.
¿Por qué le costaba tanto vivir?
Cada paso era como una herida.
Una herida cicatrizada que se abría de nuevo, a cada paso que daba.
Tras él, un reguero de sangre. Eran sus huellas. La memoria de su vida.
Cuando de joven fue ingresado en un hospital, hubo una enfermera de la Cruz Roja que lo identificó enseguida. “Era el sangrante”.
Tal vez la enfermera no imaginó que sus palabras eran ya todo un pronóstico. Casi una profecía para el resto de la existencia del sangrante. De esa vida que le costaba tanto vivirla, que a cada paso sangraba más. Hasta morir.
Su compañera, antes de irse de casa y abandonar la ciudad, dejó una nota que decía: "La vida sale manchada de sangre y acaba siempre ensangrentada, como un amor fracasado".
Jamás podré olvidar esta nota escrita por la compañera de un amigo de la infancia, el sangrante.
Jamás podré olvidarla. Jamás podré olvidarte.
1 comentario:
Inma Arrabal Cano
Maria Elba Rodríguez
Isabel Mercadé
Montserrat Olivés Miret
Ariel Fridman
Rosa Lentini Chao
Ramòn Lupiañez
Raúl Yagüe Yagüe
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