Foto: J.X.
"Ahora
tienes que arreglártelas solo con la vida, con el mundo",
advertían los menos pesimistas.
"Ahora
tienes que coger las riendas de la vida y convertirte en otro y vivir
de cara al futuro", avisaban otros.
"Sí,
recordar las cosas compartidas más agradables, y hacer de vez en
cuando una visita al cementerio para ofrecer un buen ramo de flores,
por ejemplo el Día de los Difuntos", afirmaban otros, como si la
vida fuera un carro mágico cargado de ilusiones y regalos futuros.
"Ven,
escucha", dice otra voz: "Es la barca del amor que ha chocado
contra la vida cotidiana", te dice en voz baja el espíritu de un
poeta ruso, que llevas escondido en el bolsillo.
Y
la voz no añade nada más.
1 comentario:
No podemos evitar embarrancar contra la vida cotidiana, si ese es nuestro destino. Solo nos queda el consuelo de un pequeño espíritu ruso que desde el bolsillo, nos explica sin rodeos qué nos ha pasado.
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