EL
ARTE DE AMAR
(Poema inédito)
Y
contándote historias
y
diciéndote versos
me
fui enamorando
de
manera que las historias que te contaba
tejían
una fina red
en
torno a mí
en
torno a ti
y
los versos de otros que repetía
eran
como las notas
de
una antigua y nueva melodía
ya
sabes, mi amor,
cuáles
son los efectos de las músicas,
ya
sabes, mi amor,
cuáles
son los efectos de los sons
de
las dulces i y de las dulces e
contándote
historias
y
diciéndote versos
me
fui enamorando
y
al cabo no supe
no
supe bien
si
me había enamorado de vos
de
mí
o
de la música
de
ti de mí y de la historia del pulpo
que
cambia de sexo
la
historia del charcutero que salva al niño judío
la
historia de la bomba que cayó y mató a todos
salvo
al gato
la
historia de la leona que amamantó a una gacela
y
la del cuervo que no supo volar
y
contándote historias volví a enamorarme
de
las mujeres a las que antes amé
y
diciéndote de versos compuse melodías
de
modo que ahora cuando digo que te amo
no
sé bien a quién se lo digo
sólo
que tú me escuchas
y
quizás
también
me amas
porque
te cuento historias,
porque
te cito versos.
Cristina Peri Rossi
9 comentarios:
Estoy en la calle y escucho el poema y la canción que salen de un balcón.
Lindo poema de Cristina Peri Rossi. Y con la grata compañía de Barbara y Ovidio. Esperemos que con la presencia de estos huéspedes selectos no se encarezcan los precios de las habitaciones de la Pensión Ulises.
Si los políticos fueran cantantes y poetas, ¿otra música nos sonaría y los ciudadanos no tendríamos las partituras hipotecadas? Siempre que no hubiera, claro, una competencia desleal entre cantantes y poetas.
Sí, los políticos a clase, a estudiar "Arte de amar", y los economistas y banqueros a aprenderse de memoria la asignatura "Cómo ser peluquero y no tomar el pelo".
Pido la independencia de las palabras, de la república de las palabras. Que nadie que sea independiente fuerce la dependencia de los otros y de sus palabras. Que nadie tenga miedo a la libertad ni a volar.
Reclamo poder atravesar bosques sin monstruos, poder andar por calles pacíficas, sin violadores del cuerpo y de la mente. ¿Es mucho pedir? Un arte de amar y no jorobar.
Si los políticos y los sindicalistas cantaran de otro modo, otro gallo nos cantaría!
Pájaro que no canta, algo tiene en la garganta.
¿Y no será la prima de riesgo la que está en la garganta, dificultando el canto? Perdonen, ahora me doy cuenta, pero no era mi intención ser obscena.
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