Foto: J.X.
Cuenta la leyenda que el peso de su alma se aliviaba cuando surgía de las alcantarillas, como si fuera un pequeño roedor con exceso de carga.
Era entonces cuando el amor de la novia muerta lo alzaba hasta las últimas ramas de un árbol. No hasta el cielo, no tan arriba.
Cuenta la leyenda que a ese amor le bastaba con salir del mundo subterráneo de las alcantarillas, y que ambos no ambicionaban ir más allá de las últimas ramas de un árbol, donde los muertos se enamoraban, y desde las cuales todo podía descubrirse, lo visible y lo invisible.
No hay comentarios:
Publicar un comentario