Foto: J.X.
Se lo decían una y otra vez: Tenía cara de muerto.
Él respondía que a lo largo de su vida se había dado muerte varias veces, y que lo estaba expiando.
¿Qué clase de muertes?, le preguntaban.
Asuntos amorosos, él respondía.
No explicaba nada más. Y seguía viviendo como una forma de expiación, con cara de muerto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario