Foto: J.X.
Conducido al matadero, por haberse extraviado demasiado y andar vagabundeando desde no se sabe cuándo, rinde el cuerpo, le dicen que se arrodille e incline la cabeza. Entrega el alma al bosque del mar. La hoja de la cuchilla no tiene memoria.
Sola, aún espera la novia muerta que llegue él a la última cita.
Por fin, se encontraron entre los árboles del mar, junto a la playa, la novia muerta y el novio muerto, a salvo del juicio del tribunal de los vivos, que los maldecían por brindar con champán y bailar una habanera para celebrar cada cita, cada encuentro oliendo a mar.
1 comentario:
Como un cuento con final feliz.
Publicar un comentario