Foto: J.X.
Cuando el suelo está resbaladizo y él pisa un extremo de la tristeza, cae de bruces en el vacío, sin remedio.En estos casos, el único consuelo es volver a manosear el trocito de infancia que guarda en el bolsillo.
Aunque ese trocito escondido se haya ido pudriendo, a lo largo de tantos días de silencio y destrucción, entre hojas secas y palabras dichas y escritas en mala hora.
Cuando llegó al colmo de la tristeza, dicen que se lavaba todo el cuerpo, y especialmente las partes pudendas, por si existía el alma y, al no tener escapatoria por falta de fe del cuerpo, se veía obligada a salir por allí en caso de urgencia.
También murmuran que no disponía de tiempo para ir a una consulta médica muy importante para su salud, ya que debía acudir a una cita con la novia muerta, que le esperaba en una esquina, cita en la que él murió abrazado a ella, la novia muerta que murió otra vez. Y ambos fueron felices el resto de la vida misteriosa y de la muerte.
Hay muchas formas de espiritualidad en este mundo maldito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario