Foto: J.X.
Dicen que vivía fuera del mundo.
La muerte de una persona querida lo había arrojado lejos, fuera del mundo. Muchos familiares, pasado un tiempo de la muerte del ser querido, vuelven e ingresan de nuevo en el mundo.
Pero otros no pueden regresar y se quedan en los márgenes, o más allá de los límites del mundo. No regresan ya.
Cuentan que, en él, ya de niño, todo era añoranza. Siempre vivió y murió de añoranza. Como si todo (un amor, algunas flores, un día determinado, un amigo, algún objeto), al escapársele de las manos, le arrancara el corazón.
1 comentario:
Ariel Fridman
Montserrat Olivés Miret
Lolitalagarto Sip
Efi Cubero
Ramòn Lupiañez
Alberto Gimeno
Teresa Tramunt
Oriol Sàbat Àlvarez
Angel Rodriguez
Jorge de los Santos
Mireia Puertas
La Garúa Editorial
Luis del Palacio
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