domingo, 17 de octubre de 2021

SUPLICATORIO DENEGADO

 Dibujo: Judith Xifré, El ramo marchito

Por favor, suplicó, quiero ser feliz, sin sufrir.

Todo el mundo lo oyó. En vano.

Continuaron arrojando desgracias sobre él, mal y bien empaquetadas, pero más punzantes cada vez.

Lo hacían por divertirse, por capricho, como distracción de sus vidas aburridas.

Una mañana lo encontraron tumbado en la cama, derramándosele por el brazo unos hilillos de sangre que semejaban las ramitas de un ramo marchito.

Al enterrarlo, acudió al cementerio solo una novia que también lo había abandonado en otro tiempo, y lloró. Se había enamorado y había querido a aquella desgracia de ser desnudo, que pedía ser feliz sin sufrir. Ella no pudo soportar aquella enorme carga de inocencia. Hoy lloraba por él con las últimas flores.


2 comentarios:

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Amparo Hounie

Mireia Puertas

Jaime D. Parra

Coco Rodriguez Margalef Rodriguez Margalef

Raúl Yagüe Yagüe

Jorge de los Santos

Goya Gutiérrez Lanero

Francisco Cobacho

Isabel Mercadé

Ariel Fridman

Montserrat Olivés Miret



una lectora corrent dijo...

No puc evitar de fer aquest relat una mica personal i, per tant, no sé si el meu comentari seria encertat. En tot cas, si no és així, no sé llegir-lo d'un altre manera.

M'ha agradat molt, realitat passada que ens porta al present.