Foto: J.X.
Cuando estés en apuros y ya no puedas decirlo. Cuando ya no puedas hablar, no te acurruques en casa, entre cuatro paredes demasiado vistas.
Sal a la calle, con el silencio a cuestas, mira hacia arriba y cuenta las nubes. Admíralas. No te defraudarán.
Y si las nubes se han fusionado y está nublado, distingue en el cielo un gris de otro, ponte las manos en los bolsillos y toca el amuleto que te dio una adivina, generosa y delicada con tu infancia. No lo olvides nunca: te lo dio con amor a cambio de nada.
Guarda la memoria de esas buenas personas que no envenenaban la vida.
Y ama las flores maltratadas en las papeleras de la ciudad.
Recuerda todo esto..., cuando estés en apuros y no puedas hablar.
2 comentarios:
Mireia Puertas
Raúl Yagüe Yagüe
Ramón Serrano Balasch
Anna Babra
Eulàlia Colomer
Goya Gutiérrez Lanero
Inma Arrabal Cano
Jorge de los Santos
Isabel Mercadé
Angel Rodriguez
Charo Lopez
Eduard Sanahuja
Oriol Sàbat Àlvarez
Isabel Miñones Caamaño
Alberto Gimeno
Ferran Aisa Pàmpols
Rosa Compta
Efi Cubero
Buenos consejos dichos con ternura y con el deseo de ayudar a la gente triste y solitaria.
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