Foto: J.X.
La brisa del mar se introduce entre las ramas de los cipreses, bajo el sol frío de la mañana.El viento sopla fuerte y extiende una alfombra de flores frescas, flores marchitas y flores de ropa y de plástico sobre el suelo del cementerio.
El rumor de las flores, moviéndose por el suelo como si se hubieran extraviado y buscaran un destino, llevan un perfume delicado a las manos de las novias muertas.
1 comentario:
Un poema en prosa donde todo fluye dulcemente, incluso el crudo invierno, para llegar hasta las novias muertas.
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