Foto: J.X.
El desconocido se acerca a mí -esta vez no me sonríe con malicia-, y me canta un spiritual, muy breve, según sus palabras:
“Cuando mueren dos cuerpos, / si sus espíritus se rozan a escondidas de los vivos, / hay ramos de flores marchitas / que vuelven a florecer en balcones y ventanas; / y los dos niños muertos, enamorados, / reviven su amor más allá de las montañas, / donde la brisa se vuelve silencio.”
1 comentario:
Pura poesía espiritual sobre dos niños que aman más allá de la vida y la muerte. Un tierno relato que te hace creer en los espíritus.
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