Foto: J.X.
Cuando naces, todo es papeleo nuevoCuando mueres, todo es papeleo, un papeleo siniestro.
Mientras vives, no cesa el papeleo, ni mucho menos: te empapelan una y otra vez el cuerpo y el alma (también el alma, o, cuando menos, lo intentan).
Lo quieren todo empapelado. Toda la vida y toda la muerte, empapeladas.
¿Quiénes?
¿Quiénes? Los de siempre, que, aun cuando no sean los mismos, puesto que ya habrán vivido y muerto empapelados a su vez, continúan siendo los de siempre, manteniendo e incrementando día a día el papeleo de la vida y de la muerte.
Hay que vivir y morir con los papeles en regla.
2 comentarios:
Una cierta y triste realidad de los papeles en la vida y en la muerte. Aunque ahora los papeles son todavía más complicados, ya que los papeles se han substituido por letras, signos o formatos, sin el apoyo del papel, escritos para empapelarnos el alma o el cuerpo o todo a la vez, en una pantalla, y que no siempre llegan a su destinatario.
No te apartes del bosque de los espíritus, donde no hay papeleos. Aquí todo es un mar complicado donde los náufragos son de aquí. pero allá tienen la tierra segura. Sin embargo, aquí, para llegar allá, tenemos que tener esa balsa segura, aun en caso de naufragio con una balsa remendada.
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