sábado, 6 de junio de 2020

DOS BOLSILLOS AGUJEREADOS PARA LLEVAR EL DOLOR


Foto: J.X.

El espíritu que resbala al pisar una flor o una hoja, nos cuenta hoy una experiencia de su vida anterior.
Antes de llegar al bosque de los espíritus, es decir, cuando aún no era espíritu -explica-, descubrí que si llevas agujereados los dos bolsillos de los pantalones o de la chaqueta (mientras sean dos bolsillos interiores, no importa la prenda que sea)..., a través de esos dos agujeros que sólo tu conoces y nadie puede ver, se va escapando, por uno de los bolsillos, el dolor y la tristeza, y, por el otro, la ausencia y el abandono.
Te agradezco el consuelo de los bolsillos agujereados, por donde, es verdad, todo se escapa y se pierde, como si fueran llaves o monedas. Pero no me creo que el dolor y la ausencia se cuelen por ahí, y además huyan y se vayan a otra parte, responde él, el doliente.
El doliente que fue adoptado hace meses por los espíritus cuando lo encontraron entre las flores, en el cementerio marino, bebiendo unas copas con la novia muerta. Brindando con discreción, sin llamar la atención ni de los vivos ni de los muertos.
No es cuestión de fe, de creencia, sino de tiempo, que todo lo gasta, que todo lo agujerea, como los bolsillos donde se acumulan las púas del dolor, añade el espíritu que resbala con las hojas y las flores.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Por el mundo camina a altas horas de la noche una legión de hombres con los bolsillos agujereados. Pero llevan los pantalones muy buen puestos, con un abrazo. X