21
de Diciembre. Huelga de Renfe. Consejo de ministros en Ciutat Vella,
Barcelona. Algunos vecinos ya buscan el refugio antibélico de la
poesía, en una imposible calle solitaria o en un posible bar. Un
poema de César Vallejo, Masa.
MASA
Al
fin de la batalla,
y
muerto el combatiente, vino hacia él un hombre
y
le dijo: «¡No mueras, te amo tanto!»
Pero
el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Se
le acercaron dos y repitiéronle:
«¡No
nos dejes! ¡Valor! ¡Vuelve a la vida!»
Pero
el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Acudieron
a él veinte, cien, mil, quinientos mil,
clamando
«¡Tanto amor y no poder nada contra la muerte!»
Pero
el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Le
rodearon millones de individuos,
con
un ruego común: «¡Quédate hermano!»
Pero
el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Entonces
todos los hombres de la tierra
le
rodearon; les vio el cadáver triste, emocionado;
incorporóse
lentamente,
abrazó
al primer hombre; echóse a andar...
César Vallejo ( de España, aparta de mí este cáliz)
1 comentario:
Nunca falta César Vallejo donde hay necesidad de aire puro. de una palabra que desbarate tanto alfabeto viciado. Y sí La Pensión Ulises sabe sacarle poesía al encargado del bar, a la manicurista, al maestro, y a todos los huéspedes que conviven en un territorio de encuentro, en el cual los desencuentros siempre habrán de encontrar un verso que los reuna de nuevo en la familia que son, y a la que pertenezco desde hace mucho, con alegría y mucho orgullo.
Publicar un comentario