Si cada día hacemos dos y tres
manifestaciones políticas, pequeñas y sectoriales, en una misma
ciudad y en un mismo sitio, por ejemplo, en el mismo barrio de
Barcelona donde está el gobierno de la Generalitat, ¿no hay el
peligro de que la manifestación se vuelva una cosa habitual,
rutinaria, sin ninguna fuerza contestaria y que se convierta en una
simple cosa de cada día, entre vecinos y turistas, a la que ya nadie
presta atención?
¿Por qué no se manifiestan todos juntos,
los 6.200.000 parados españoles y los empleados que aún tienen
trabajo, pero con el sueldo recortado?
¿Por
qué, desde hace años, aumenta la cantidad de parados españoles a
cada nuevo gobierno?
1 comentario:
A Montserrat Olivés Miret, Roberto Rodríguez Díaz-Garzón, Lurdes Fidalgo y 6 personas más les gusta esto.
Publicar un comentario