Foto: J.X.
Sin fin, pero con fervor.
Hincarse de rodillas en la sangre derramada que fluye interminable, sin fin, sin destino, de un charco a otro por encima y por debajo de la tierra y el mar.
Hasta morir de agotamiento, hincarse en los charcos de sangre derramada, hincarse de rodillas.
Sin fin, sin esperanza,
pero con fervor,
morir de amor imposible,
entre las últimas flores
que brotan en los charcos de sangre de la tierra
y en el fondo oscuro del mar.
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