viernes, 11 de septiembre de 2020

UNA CITA SECRETA

 Foto: J.X.



No puede ir, no puede asistir, les dice, y se disculpa.

Una excusa. Porque no le espera nadie en otro sitio, en realidad.

Ni en su casa ni en ningún lugar. No le espera nadie -piensa, mientras saluda otra vez a los amigos y se aleja calle abajo

Cree, sin embargo, que alguien le espera, en algún lugar que todavía desconoce. En algún lugar, seguro que le esperan.

Está desmejorado. Que se desmejore el cuerpo, no significa que también se desmejore el alma.

A veces, es verdad, se corresponden y se desmejoran ambos al mismo tiempo, cuerpo y alma.

Pero no es éste su caso, de momento -piensa, mientras sigue alejándose cada vez más de cualquier sitio, de cualquier encuentro, imaginando que llegará un día a ese otro lugar, un lugar desconocido, donde sin duda habrá alguien que le estará esperando.

Por eso lleva siempre unas flores en la bolsa, por si acaso descubre el lugar de la cita al doblar una esquina, de manera súbita, sin tiempo para comprar unas flores.

Es el inconveniente de una cita indeterminada, sujeta al azar. 

Una cita secreta.

1 comentario:

lectora de la Vall dijo...

No quiere estar con nadie y cuando le invitan a participar en algún encuentro, siempre se excusa diciendo que le están esperando. El sabe que no es así, que aun no le espera nadie, sin embargo siempre lleva unas flores porque cree y espera con ansia que algún día, en algún rincón, le estará esperando la ausente que, con su fuga, le maltrata el cuerpo y el alma.