jueves, 17 de septiembre de 2020

EL CASO MISTERIOSO DEL CAMINANTE SOLITARIO

Foto: J.X.

Andaba tanto...

No paraba de caminar.

Pero andaba por casa, sin salir de casa desde hacía tiempo.

Arriba y abajo, por el pasillo de casa, hasta que cayó muerto.

Unos dicen que murió de fatiga, por culpa de tanto paseo casero.

Otros sugieren que murió de abandono, de ausencia, de caminar en solitario, dando vueltas y más vueltas por un lugar cerrado.

Pero había uno, que lo conocía desde la infancia, que aseguraba que no caminaba solo por la casa.

Los vecinos que vivían debajo de su piso, afirmaban que únicamente se oían las pisadas suaves de una persona, y eran las de él, inconfundibles. No había nadie más andando por ese piso.

El amigo de la infancia sonreía, no tenía ganas de discutir.

Sabía con quién andaba el caminante solitario, los dos “andarines de su órbita”, caminando sin hacer ruido, como si ya no pisaran este mundo.

1 comentario:

coleccionista de palabras dijo...


Como sentirse acompañado en la soledad absoluta, los ausentes están contigo paseando por la casa y sin hacer ruido. Paso a paso, te enseñan el camino para evitar ausencias.