De
lo mejor de Sant Jordi en Barcelona, la primera plaquette de "Rue
Vaneau", que llegó volando con una paloma negra de alas blancas
hasta la calle Canuda-Plaça Vila de Madrid. Allí la paloma abrió
el pico y la plaquette se posó en un tramo de la larga mesa de ACEC,
donde estábamos bajo la carpa Ceferino Galán (el alquimista de los
cuadernos mínimos "El Naufraguito") y un servidor mirando cómo
pasaba la gente y la lluvia, que caía y no caía, hasta que salió
el sol por una esquina.
Más tarde, unos vecinos nos advirtieron que una tal Myriam (Soteras, poeta) andaba por los alrededores y entre los árboles, enmascarada, soltando palomas negras de alas blancas, con papeles en el pico.
1 comentario:
Una bella iniciativa que compite en gracia y ligereza con tanto libraco de tapas duras. ¡Viva Myriam Soteras!
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