Viñeta: Ferreres (ara.cat)
Dicen
que Doña Inés nos deja, voto a tal, que diría Don Juan, comenta el
poeta romántico del barrio.
De
Barcelona a Madrid, pasando por Waterloo y dando caña. Qué pena que
se nos vaya, la encontraremos a faltar, se lamenta la cuñada del
dentista.
Qué
descanso, por fin en la lejanía, dice la sobrina de la peluquera.
Ya no podremos entretenernos con sus carteles desmontando a los visionarios Quim Torra y Puigdemont: "La República no existe, idiotas", apunta la vecina taxista.
Ya no podremos entretenernos con sus carteles desmontando a los visionarios Quim Torra y Puigdemont: "La República no existe, idiotas", apunta la vecina taxista.
Oiga,
que ella no les llama "idiotas", y además es cierto que la
República no existe, lo que hay es voluntad de República, afirma un
desconocido.
Dejaremos
de oír vaticinios apocalípticos al lado del Zoo de Barcelona, en el
Parlament, añade la vidente del barrio.
Esto
del zoo será una metáfora, ¿no?, pregunta la nieta del
anarquista.
No, no, real como la vida misma: cuando no hay voces ni gritos en el Parlament, se oyen los graznidos de los pavos reales y los rugidos de los leones del Zoo, situado al lado mismo del noble edificio, antigua fortaleza militar fundada por Felipe V, y, más tarde, ciudadela del ejército napoleónico, explica el politólogo.
No, no, real como la vida misma: cuando no hay voces ni gritos en el Parlament, se oyen los graznidos de los pavos reales y los rugidos de los leones del Zoo, situado al lado mismo del noble edificio, antigua fortaleza militar fundada por Felipe V, y, más tarde, ciudadela del ejército napoleónico, explica el politólogo.
Sin
olvidar a los monos, las jirafas, los elefantes, los hipopótamos y
otros animales de familia, indica la dueña del bar.
Esto me recuerda un libro: "Mi familia y otros animales", de Gerald Durrell, que mi madre regaló a su novio, un machista bastante animal, bromea la hija de la bibliotecaria.
Esto me recuerda un libro: "Mi familia y otros animales", de Gerald Durrell, que mi madre regaló a su novio, un machista bastante animal, bromea la hija de la bibliotecaria.
Una
lectura muy recomendable para entender mejor las animaladas grotescas
de la historia de los hombres, afirma el humorista.
¡Marchando,
dos cervezas y una de calamares a la vaticana, digo a la romana!,
anuncia la dueña del bar.
Viñeta: Peridis (elpais.com)
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