Imagen: Una de las pinturas y dibujos de Damià Escuder depositados en el Ajuntament de Girona.
Recordando
a Damià Escuder (Sarrià de Ter, 1934-Barcelona, 2011),
activista total: rebelde, iconoclasta, hippy, monje budista,
heterodoxo cívico, anarquista pacifista, catalanista contra los
Poderes, filósofo, dibujante y otra vez activista rebelde, sin
fronteras, que ya anticipó hace años el caos turístico de
Barcelona y el caos político y económico del mundo en general.
Vivía
en el barrio gótico, éramos vecinos y nos encontrábamos a menudo
por las calles del barrio. A veces también coincidíamos con los
poetas Carles Hac Mor y Ester Xargay, el pintor Beneyto, el escultor
Benito, el poeta-pintor-performance Benet Rossell y Vicenç Altaió,
poeta traficante de ideas: todos viviendo y merodeando por el barrio,
aunque Benet venía de la Ronda Sant Antoni.
Cuando
nos encontrábamos, casi siempre al azar, intentábamos hablar en
medio del ruido y la furia del barrio. A veces lo conseguíamos.
Incluso en medio de la calle, forcejeando, resistentes (ahora exagero
un poco, que esto va de poetas), podíamos entercambiar palabras,
frase, noticias.
Su compañera, también budista, aún vive en el barrio, tan perpleja como muchos de nosotros por todo lo que está ocurriendo aquí y allá, con amenazas y violencias de todo tipo.
Su compañera, también budista, aún vive en el barrio, tan perpleja como muchos de nosotros por todo lo que está ocurriendo aquí y allá, con amenazas y violencias de todo tipo.
(Hay
un artículo de Julià Guillamon sobre Damià Escuder en el diario
“La Vanguardia”, 17.08.2011.)
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