DE URNAS DE CARTÓN, MESAS Y SILLAS

Esto pinta mal, muy mal: ahora también será llevada a juicio la presidenta del Parlament por intentar “dinamitar el Estado”, dice el politólogo del barrio.

¿Los 2.000.000 de personas que fueron a votar también serán denunciadas y perseguidas, como los 400 y pico de Ayuntamientos, alcaldes, regidores, diputados, simpatizantes, futbolistas, culés, cantantes, vendedores de caramelos, urnas, mesas y sillas que apoyaron la consulta?, pregunta la sobrina de la peluquera.

Creo que hoy habrá una manifestación frente al Parlament, a las 19 h., informa la vidente del barrio.

No se quejen, que esto les pasa por chulear y enfrentarse al Estado, advierte la fiscal del barrio.

Menos referéndums, menos manifestaciones y más respeto a la unidad nacional, confirma la cuñada del dentista.
Esto parece una película de Berlanga, Todos a la cárcel, comenta la hija de la bibliotecaria.

Esto va a peor y así no hay quien viva, indica la dueña del bar.
También en la capital pasan cosas: Felipe González y José Luis Cebrián sin poder salir del garaje, expulsados de la Universidad Autónoma de Madrid por un grupo de manifestantes, comenta la hermana del informático.
Todo se mueve, la corrupción es infinita, todos estamos indignados, ¡la imaginación al poder!, como decían en mayo del 68, comenta la nieta del anarquista.

Con estos gobiernos de “ordeno y mando”, no hay imaginación posible, apunta el poeta romántico.
Los orígenes del totalitarismo, de Hannah Arendt, apunta la librera del barrio.

Amenaza y mediocridad bajo la carpa del circo, dice el humorista del barrio.

¡Pare la máquina, que me bajo de este mundo!, exclama la dueña del bar.