(En
el bar del barrio, al mediodía.)
Hoy,
11 de Septiembre, en el bar del barrio hay comentarios de todos los
gustos y pareceres sobre la llamada "Diada nacional de
Catalunya".
¡Vaya fiesta la de hoy, siempre celebrando
derrotas!, exclama la cuñada del dentista.
Mejor recordar una
derrota, pero mirando al futuro, que no cantar victorias mirando al
pasado, dice la sobrina de la peluquera.
Todo lo que hacen y se
les ocurre, cae siempre en la ilegalidad, incluso la manifestación
de hoy, que ha sido declarada irregular y electoralista por parte de
la Junta Electoral Central, advierte la fiscal del barrio.
Pues yo
he oído que la Junta Electoral Provincial ha dicho que es legal,
comenta la hija de la bibliotecaria.
Bueno, bueno, les leeré lo
que publica "El Periódico" y saldremos de dudas, comenta
el politólogo del barrio: "La Junta Electoral Central (JEC) ha
revocado la decisión de este miércoles de la Junta Electoral
Provincial (JEP) en la que se desestimaba el recurso del PP en la que
pedía el veto de la transmisión de la Via Lliure. La JEC, a raíz
de los recursos interpuestos por el PP y el PSC tras la decisión de
la JEP, obliga a TV-3 a compensar a los otros partidos con
representación en el Parlament, excepto a Junts pel Sí, formación
en la que se integra la ANC y Òmnium, entidades organizadoras de la
manifestación de la Meridiana."
Esto,
con perdón, parece aquello de los Hermanos Marx, "la parte
contratante de la primera parte será considerada como la parte
contratante de la primera parte...", apunta la librera del
barrio.
Esperemos que no llueva, como quieren y rezan algunos, y
que todo sea una fiesta popular, de cantos pacíficos a la libertad,
dice la nieta del anarquista.
Nena, libertad no es libertinaje, y
aquí muchos lo confundís y os saltáis la ley a la torera, advierte
de nuevo la fiscal del barrio.
De torera, nada, señora, en todo
caso tocando el pito y la flauta con el Barça, señala la nieta del
anarquista.
Incluso jugando al fútbol cometen faltas y delitos,
¡esto es el acabóse!, remata la cuñada del dentista.
¡Y dicen
que los manifestantes se van a poner una camiseta blanca como los del
Real Madrid, vaya guasa!, remata también la fiscal del
barrio.
Señoras, les regalare un pito (de árbitro, no se
ofendan) para que vayan a señalar faltas en la Vía/Avinguda
Meridiana, dice el humorista del barrio ofreciéndoles un pito de
juguete.
¡No pensamos ir a la Avenida Meridina ni a tocarle el
pito a nadie, qué se ha creído!, grita ofendida la cuñada del
dentista.
¡Ni vía libre ni vía atascada ni vía nada, que esto
ya parece un desagüe!", exclama la fiscal del barrio.
Querrá
decir "Via lliure", vía libre, y no vía "calla y
obedece", o "jarabe de palo estancado", como sugieren
otros, indica la hermana del informático.
Menos política y más
pan y circo, ya lo decían en el Imperio Romano para mantener al
pueblo unido, salta el poeta romántico del barrio.
¡Caray, que
son Balay, hoy el poeta hace poesía social!, exclama sorprendida la
librera del barrio.
(Al atardecer, vuelven a pasar por el
bar.)
¡2.000.000 de manifestantes, qué fiesta!, dice la
sobrina de la peluquera.
No, 600.000 implicados, dice la cuñada
del dentista, en voz baja.
¡No, 500.000 sospechosos, y gracias!,
dice la fiscal del barrio.
¡Por
participar en un jolgorio y algarabía reivindicativa!, remata la
nieta del anarquista.
¡"Más
dura será la caída", toma película!, exclama la cuñada del
dentista.
¡"Una noche en la ópera"!, canta el
humorista.
¡"La ley de los fuertes"!, replica la fiscal
del barrio.
¡"Nos queda la palabra"!, responde la hija
de la bibliotecaria.
Bueno, fantástico, sea la cantidad que sea
de delincuentes, perdón, de ciudadanos, y para celebrar que hoy aún
es fiesta, invita el bar a patatas fritas y crujientes, ¡si alguien
paga la cerveza!, anuncia la dueña del bar.
1 comentario:
Debería ud. hacerse cófrade de una sección añorada. Rumbo hacia lo Desconocido se decía.
Allí, sin temor a esdrújulas podía parlamentar con seres de otras galaxias. No era menester genuflexarse, sino escuchar, dialogar, hablar...No parlamentaban, porque eso da un coste que ni en las películas estaban dispuestos a abonar.
Salut
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