NI SÍ, NI NO, NI ESTO NI AQUELLO, SIN TI, SIN MÍ, Y SAMUEL BECKETT

Joaquín Sabina, a favor de la consulta del 9N

Dice un vecino del barrio que quiere votar No, y no le dejan, que ha nacido en Barcelona y se siente bien formando parte de Catalunya y de España. Pero quiere votar No, y no le dejan, le dicen que no puede votar No". No, es no.

Es curioso, comenta otro vecino, uno quiere votar No, uno está a favor más o menos de la unidad con España, y no le permiten votar No, y además le advierten que no es legal que vote y diga No al soberanismo catalán. En suma, que tiene los mismos problemas, dice, que los que desean votar Sí, a favor de la independencia. No, es no.

Parece un tebeo, un cómic de los de antes, cuando aún nos reíamos de las cosas absurdas de la vida cotidiana, de aquellos "diálogos de sordos", cuando éramos inocentes e ignorantes y creíamos que los sordos no podían dialogar. No, es no.

Como dice la canción inédita:

No, es no.

Fin de partida, 

donde aún esperan a Godot, 

sin (palabras), sin (sentido),

textos (legales) para nada, 

grabados en la última cinta

por el despoblador 

de casas vacías y desiertos,

donde no, es no.