La imputación de la
infanta por presunto blanqueo de dinero y delito fiscal, ha generado
una discusión en el bar del barrio.
La peluquera del barrio ha salido en defensa de la infanta, argumentando que ella, si ha hecho algo, habrá sido en todo caso por tolerar la corrupción del entorno.
Algunos se ríen de este argumento, que parece salido de una revista del corazón, dicen.
No por ello sería menos culpable, responde el politólogo del barrio. Ella y su marido deben asumir la responsabilidad de los hechos delictivos, si los hubiere, afirma.
La nieta del anarquista le dice al politólogo que ya está harta de tanta política falsa. La corrupción ha infectado el sistema político y económico español, y unos hacen de cabeza de turco y los otros siguen viviendo lo mejor que pueden a costa de la mayoría de los ciudadanos, que pagan sus caprichos y toda la crisis.
La peluquera del barrio continúa con su defensa, y explica que la infanta está siendo el chivo expiatorio de la corrupción generalizada. Aquí, todo el que ha podido, dice, se ha subvencionado de un modo irregular: partidos políticos, sindicatos, bancos, grandes empresas, ayuntamientos, la iglesia, etc., todos los que han podido.
La dueña del bar pregunta: ¿Y por qué no la corona, dado el ambiente generalizado que invitaba a todos los poderosos a hacer lo mismo?
Sí, quizá la infanta sea víctima y chivo expiatorio de este país que se instaló demasiado tiempo en la corrupción. También, el suyo, es un caso de amor trágico, de resistencia amorosa por mucho que imputen al marido, el exjugador del Barça, opina el poeta romántico del barrio.
Sea como fuere, ser imputada no significa ser culpable, sino que debe ir a declarar ante el juez por una serie de presuntos delitos, aclara el politólogo. Aunque en España, es cierto que al ser imputado los medios de comunicación no respetan la presunción de inocencia y te condenan ante la opinión pública: la pena del telediario, advierte el politólogo.
Al final no pasará nada y todos se irán de rositas y tomarán champán francés, y los maltratados seremos los de siempre!, exclama el humorista del barrio mientras pide otra cerveza.
La infanta está sufriendo una persecución mediática, una destrucción, y por eso me solidarizo con ella, añade la peluquera del barrio.
Para sí quisieran muchos este tipo de destrucción. Destrucciones de lujo!, vuelve a intervenir el humorista.
Ya me gustaría verle a Ud. perseguido de este modo y con el agua hasta el cuello!, seguro que no haría tantas bromas, dice la dueña del bar.
Pero el cuello sería de seda, querida señora!, añade al final el humorista del barrio.
La peluquera del barrio ha salido en defensa de la infanta, argumentando que ella, si ha hecho algo, habrá sido en todo caso por tolerar la corrupción del entorno.
Algunos se ríen de este argumento, que parece salido de una revista del corazón, dicen.
No por ello sería menos culpable, responde el politólogo del barrio. Ella y su marido deben asumir la responsabilidad de los hechos delictivos, si los hubiere, afirma.
La nieta del anarquista le dice al politólogo que ya está harta de tanta política falsa. La corrupción ha infectado el sistema político y económico español, y unos hacen de cabeza de turco y los otros siguen viviendo lo mejor que pueden a costa de la mayoría de los ciudadanos, que pagan sus caprichos y toda la crisis.
La peluquera del barrio continúa con su defensa, y explica que la infanta está siendo el chivo expiatorio de la corrupción generalizada. Aquí, todo el que ha podido, dice, se ha subvencionado de un modo irregular: partidos políticos, sindicatos, bancos, grandes empresas, ayuntamientos, la iglesia, etc., todos los que han podido.
La dueña del bar pregunta: ¿Y por qué no la corona, dado el ambiente generalizado que invitaba a todos los poderosos a hacer lo mismo?
Sí, quizá la infanta sea víctima y chivo expiatorio de este país que se instaló demasiado tiempo en la corrupción. También, el suyo, es un caso de amor trágico, de resistencia amorosa por mucho que imputen al marido, el exjugador del Barça, opina el poeta romántico del barrio.
Sea como fuere, ser imputada no significa ser culpable, sino que debe ir a declarar ante el juez por una serie de presuntos delitos, aclara el politólogo. Aunque en España, es cierto que al ser imputado los medios de comunicación no respetan la presunción de inocencia y te condenan ante la opinión pública: la pena del telediario, advierte el politólogo.
Al final no pasará nada y todos se irán de rositas y tomarán champán francés, y los maltratados seremos los de siempre!, exclama el humorista del barrio mientras pide otra cerveza.
La infanta está sufriendo una persecución mediática, una destrucción, y por eso me solidarizo con ella, añade la peluquera del barrio.
Para sí quisieran muchos este tipo de destrucción. Destrucciones de lujo!, vuelve a intervenir el humorista.
Ya me gustaría verle a Ud. perseguido de este modo y con el agua hasta el cuello!, seguro que no haría tantas bromas, dice la dueña del bar.
Pero el cuello sería de seda, querida señora!, añade al final el humorista del barrio.
5 comentarios:
A Josep Jordana Escude, Jesús Alvarado Torres, Branca Vilela y 4 personas más les gusta esto.
Rafael Blanco: ¿BÁrcenas, donde està el dinero, ChÁvez, Griñàn...donde esta el dinero, Josè Blanco...donde esta el dinero, UGT, dionde està el dinero... IU..donde està el dinero..todos...todos y todos...
Hace 9 horas ·
Esther MaCo: Nadie responde y lo peor, no pasa nada!
Hace 9 horas · Me gusta
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Jesús Alvarado Torres
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Israel Sila
28 amigos en común
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Branca Vilela
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Rafael Blanco
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Josep Jordana Escude
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Teresa Antolinez
6 amigos en común
A Amina Alaoui y Santi Borrell les gusta esto.
Amina Alaoui: Qué ambientazo hay en el bar de tu barrio ! Olé !
Hace 6 minutos · Editado · Me gusta
Rafael Blanco: El que la haga que la pague, sea la Infanta, sea el de Andalucía , El Gañan...Chaves, Bàrcenas, de todos los partidos y sindicartos,,,que devuelvan lo robado al Pueblo, ni izquierda ni derecha ladrones...todos, que devuelvan el dinero, y menos juicios que se alargan para toda la vida!. HARTOS DE CORRUPTOS!! QUE DEVUELVAN LO ROBADO, JOSÈ BLANCO..DONDE ESTAS????
Hace 11 horas · Me gusta
Francisco Cobacho: Que no se preocupe la peluquera del barrio, aparecerá el benefactor a desimputarla, y a la Infanta le volverá su sonrisa.
Hace 11 horas · Me gusta
C Dolores Escudero Martinsanz: Ahora comprendo por que todos los bares de mi barrio están vacíos: todos los parroquianos están en el de tu barrio.
Hace 6 horas · Me gusta
Una lectora: En este bar cabe todo el mundo, aunque es un bar pequeño. La peluquera, por ejemplo, es una defensora de la infanta, y nadie la echa del bar. Dice que si la infanta fuera un hombre estaría menos perseguida por los medios, y además le cae bien porque vive en Barcelona y no tiene aspecto de mala persona. Una mujer enamorada, dice, es una mujer enamorada de su marido a pesar de todo (cosa poco frecuente, añade), y además está el padre, que antes no balbuceaba como ahora.
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