LA PRIMAVERA ÁRABE Y LAS MALVINAS

"El comercio mundial de armas creció un 22% en el período 2005-2009 con respecto al lustro anterior, según un informe difundido por el Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (SIPRI). Estados Unidos y Rusia mantienen su hegemonía como principales exportadores, mientras que Asia y Oceanía son la principal región compradora.

España, con 925 millones de dólares en armas vendidas, se encuentra en la posición de número seis en el 'ranking' de los países exportadores. Un puesto por delante de todo un gigante como China, con 870 millones. A la hora de comprar armas, España ocupa el 17º lugar, por delante de Brasil o el Reino Unido" (elmundo.es).

Dicen los informativos que, gracias a las guerras de la primavera árabe, países como China y España han incrementado la venta de armas, subiendo incluso España por encima de China en el ranking mundial de exportadores de armamento al norte de África.

Por otra parte, informan que España no tendrá su "corralito particular". 
Y también cuentan que la presidenta de Argentina ha sido besada por el Papa Francisco, o simplemente Francisco, al ofrecer a éste un regalo de cacharros para tomar mate en el Vaticano, momento que la presidenta ha aprovechado para rogarle al Papa Francisco que medie en el conflicto de las Malvinas entre el Reino Unido y Argentina. 

No sabemos qué opinará de todo esto nuestro San Ignacio de Loyola, padre fundador de la "Compañía de Jesús" y de los jesuitas como el Papa Francisco, y antaño al frente de los legionarios o soldados pacíficos de Cristo, como decía Sant Ignacio, de antigua vocación y profesión militares y cuyo lenguaje guerrero (pero sólo el lenguaje) aplicó a la evangelización de "perplejos y descreídos" (las cruzadas, inquisiciones y hogueras de herejes son excepciones y deformaciones posteriores a su verdadera regla monástica y a sus "Ejercicios espirituales", un magnífico tratado de meditación mística que me sirvió, por cierto, para titular un poemario, "Ejercicios breves de eternidad").