Fragmento
de la última anotación de Isabel Núñez en su blog, titulada "Alea jacta est"
Escribo.
Cuando puedo, cuando tengo fuerzas y estoy sola, escribo. Escribo
como Rufus duerme. Escribo ese libro extraño y desestructurado,
ahora ya con su working title, lo cual es un alivio para mí:
poner nombre a las cosas. Fotografío el cielo, como un arma contra
la tristeza, que a veces se adhiere al cuerpo como una costra, como
esta mañana, por el dolor, que me devuelve a la dureza de estos
tiempos míos. Las nubes forman a veces masas luminosas, extrañas
floraciones, tonalidades insospechadas. Hace noches que no veo las
estrellas: pacificada y en plena aceptación de lo que vendrá,
duermo algo mejor. Me despierto pero no voy a la sala. La primera
noche, Rufus, extrañado, saltó sobre mi cama a las cuatro. Ahora ya
lo sabe; ha habido un cambio y ya no me espera.
http://isabelnunez-zbelnu.blogspot.com.es/
2 comentarios:
La recordaremos por su amor a los árboles, a los libros y a los animales.
Qué excelente homenaje. Siempre quedan las huellas, y en nuestras manos y espíritus esas huellas vuelven a cobrar fuerza, estatura y camino. Me alegra saber que en esta pensión que habito nada se escapa a su escrutinio ni a su ternura. Gracias por este maravilloso hospedaje.
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