Dicen que era un pais arruinado, con una deuda multimillonaria que nunca podría pagar, mal acostumbrado a vivir por encima de sus posibilidades, y cuyos políticos siempre desaparecían dejando una deuda mayor, mal acostumbrados al derroche y a la demagogia de cargar el muerto al último que llegara, y si te he visto no me acuerdo, que la deuda es tuya, y tira porque te toca.
Y dicen, cosa que hoy en el siglo XXXI nos sorprende, que los ciudadanos de ese país votaban con libertad y responsabilidad a las mismas familias de políticos que los arruinaban una y otra vez.
Dicen que no había otras familias, y que por otro lado ya se habían acostumbrado a trabajar para las hipotecas y artimañas de esas familias derrochadoras.
Al final, todos murieron por encima de sus posibilidades y, acostumbrados a desaparecer y cargar el muerto a otro, desaparecieron definitivamente de la faz de la tierra.
Realmente, ya no quedaba nadie y se extinguieron al no poder cargar el muerto, el último muerto, a otro, tal como venían haciendo desde siempre, mal acostumbrados.
1 comentario:
A Pura Salceda, Luis Nadal y 2 personas más les gusta esto.
Pura Salceda: Bravo!
Teresa Izqui: Buenísimo, sí, y qué pena que sea tan real.
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