Fotografías: Janet Xirgu, Mercado de la Boquería (Barcelona)
Cuando ruge la marabunta en Barcelona, que no es una población masiva de ciertas hormigas migratorias, que devoran a su paso todo lo comestible que encuentran, como dice el Diccionario de la Real Academia Española, sino un conjunto masivo de turistas.
Cuando ruge la marabunta del turismo, hordas, tribus alborotadas y tumultuosas que invaden las calles y plazas del Barrio Gótico, y alguna otra zona de Barcelona donde (por desgracia para los vecinos) se levanta algún edificio de Gaudí, nuestro gran arquitecto místico, admirado por los japoneses mientras nosotros lo destruíamos haciendo apartamentos modernos en La Pedrera.
Reivindicado después por una minoría visionaria, universalizado más tarde por el Papa mediante la consagración de La Sagrada Familia, y ahora admirado y venerado por todos los turistas locales, nacionales e internacionales, incluidos catalanes y españoles.
Se desparraman por la Rambla de la Flores (donde cada vez se venden menos flores y más souvenirs), hasta llegar a las puertas del Mercado de la Boquería. Este Mercado tradicional se ha convertido en la gran bodega de suelo sucio, en la gran orgía de comidas y bebidas de los miles y miles de turistas que ocupan el barrio, en verano y en invierno, todos los meses del año.
Los vecinos tienen que abrirse paso como pueden, a brazo partido (sin exagerar), si quieren llegar hasta los puestos de frutas y verduras de los payeses del Prat de Llobregat, Gavá, Viladecans, Sant Boi, los pocos que aún resisten y vienen al Mercado de la Boquería a vender lo que recolectan en sus huertos, y a ser fotografiados por las miles de cámaras indiscretas de los turistas, que no dejan de comer, de beber y derramar grasas y aceites por todas partes y suelos que pisan.
1 comentario:
Jaime Estuardo Casal Roldán y otras 2 personas más les gusta esto.
Edgar Artaud: Pero esa marabunta deja mucho dinero y genera empleos a los barceloneses, ustedes promueven la visita de la marabunta.
Un estoico: Por supuesto, aunque unos salen más beneficiados que otros..., y no son los vecinos del barrio los beneficiados, ya que la mayoría de tiendas y restaurantes pertenecen a multinacionales. Bueno, emigraremos a otro lugar, no seremos los primeros ni los últimos en emigrar. No pasa nada, paciencia y serenidad.
Edgar Artaud: Yo vivi alli entre 1998 y 2003
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