Dicen que en muchos municipios del País Vasco serán perseguidos y multados todos aquellos ciudadanos que, al separar y clasificar las basuras, se confundan de recipiente o bolsa ecológica y, por ejemplo, pongan un envoltorio de caramelo entre pieles de plátano o patata.
Esos ciudadanos serán perseguidos y multados sin remisión, como delincuentes y antisociales, por la policía de dichos Ayuntamientos.
Todos somos ecológicos, claro que sí, pero ¿quién es tan divino y perfecto al clasificar tan en detalle las basuras de cada día, y no caer en pecado contra-natura?
¿Seremos perseguidos, detenidos, acusados de herejía por la Santa Inquisición y condenados a la hoguera de las basuras, previa selección orgánica?
El suplente del cronista
1 comentario:
supongo que el ayuntamiento suministrará contenedores diferenciados para colocar: papeles, plásticos, políticos, carnes y pescados, propaganda electoral, materia orgánica, publicidad institucional, vidrio, embaucadores y apañamundos, compresas y otras celulosas, libros de autores mediáticos, etc. ¡uy, uy, uy, cuánto contenedor!
Salud
Francesc Cornadó
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