Dicen los más viejos del lugar que había un país triste, desunido y violento, cuyos habitantes te perseguían y te agredían si no opinabas como ellos. Un país que estaba en decadencia, en la ruina, al borde del abismo, y sus líderes, sus representantes políticos de diferente ideología, en vez de unirse para superar el peligro y no caer en el abismo, dedicaban todos sus esfuerzos a insultarse y a corromperse por calles, plazas y despachos. Convertían a sus habitantes en enemigos, y los agitaban y dividían en grupos para que se destruyeran mutuamente al borde del abismo, mientras ellos, los líderes del pueblo, administraban la ruina.
"Todo está permitido, antes que unirse y luchar juntos contra el abismo", era el lema de los líderes de aquel pueblo desaparecido, recuerdan los más viejos del lugar, que ahora habitan en el abismo.
El suplente del cronista
2 comentarios:
A Ana Teixeira, Inma Arrabal Cano y 4 personas más les gusta esto.
Dulce Lucena: Lo comparto,gracias
Jose L Ferraz: Cada vez hay más gaviotas en la Ciutadella arrinconando a los patos...
Cua, cuaghh!
Mery Sananes: Y la historia se sigue repitiendo, una y otra vez, y ya casi nos parece natural vivir en el abismo que nosotros mismos nos hemos construido. Sigue siendo una tarea pendiente allá y aquí unirse y luchar juntos contra el abismo.
Inma Arrabal Cano: Comparto, con tu permiso, Albert!
Roslin Knupfer: Esta triste realidad no es sólo la de ese país desunido y violento donde todo está permitido, todos los países del mundo están hermanados y ahora vivimos en el abismo. Somos borregos arriados por los demonios del mundo del abismo.
Publicar un comentario