- Emmylou Harris - You Never Can Tell
Dopaje deportivo, dopaje político, dopaje sindical, dopaje artístico, dopaje literario, se lamenta el atleta del barrio, que se entrena para correr los 100 metros lisos (prueba que dice que ganó Rubalcaba en su juventud, en buena lid).
Con tanto dopaje estamos dando un mal ejemplo a los jóvenes, comenta la hermana de la dueña del bar. Uno de los entrenadores detenidos publicó en una revista que lo único que vale es ganar, que hay que exprimir a los atletas al máximo, y el resto no importa: si uno de los atletas muere en el intento, libremente, no es cosa de los entrenadores.
Lo mismo opina un crítico barcelonés sobre los escultores, poetas y trapecistas, dice el poeta romántico del barrio, un crítico que desaconseja leer a T.S. Eliot y a James Joyce (de efectos inútiles, paralizantes y confusos, véase el caso de Marilyn Monroe leyendo el Ulises, nos advierte), y nos aconseja la lectura de los neoclásicos como dopaje adecuado, estimulante fuerte de la obra futura o poema en marcha. Si caen en el intento al escalar métricamente el Parnaso, entre metáforas neoclásicas de celajes, acantilados, gallinas y hespérides, es problema de cada uno.
Creo, amigo mío, que Ud. confunde el atletismo moderno con la vieja poesía, le responde el atleta. Se trata en ambos casos de carreras, sí, pero en las deportivas no es necesario rimar mientras se corre, ya que lo fundamental es el ritmo, la buena respiración, más que el sonsonete del aire al ser aspirado y arrojado al espacio. Y en cuanto a dopaje, nada de nada, ni una pizca de rapé, para que me entiendan.
Metafóricos estamos, dice la hija del informático, y más vale cerveza en mano que ciento volando (total, para no ganar los 100 metros), y póngame otra bien fría, le pide a la dueña del bar.
Lo mismo opina un crítico barcelonés sobre los escultores, poetas y trapecistas, dice el poeta romántico del barrio, un crítico que desaconseja leer a T.S. Eliot y a James Joyce (de efectos inútiles, paralizantes y confusos, véase el caso de Marilyn Monroe leyendo el Ulises, nos advierte), y nos aconseja la lectura de los neoclásicos como dopaje adecuado, estimulante fuerte de la obra futura o poema en marcha. Si caen en el intento al escalar métricamente el Parnaso, entre metáforas neoclásicas de celajes, acantilados, gallinas y hespérides, es problema de cada uno.
Creo, amigo mío, que Ud. confunde el atletismo moderno con la vieja poesía, le responde el atleta. Se trata en ambos casos de carreras, sí, pero en las deportivas no es necesario rimar mientras se corre, ya que lo fundamental es el ritmo, la buena respiración, más que el sonsonete del aire al ser aspirado y arrojado al espacio. Y en cuanto a dopaje, nada de nada, ni una pizca de rapé, para que me entiendan.
Metafóricos estamos, dice la hija del informático, y más vale cerveza en mano que ciento volando (total, para no ganar los 100 metros), y póngame otra bien fría, le pide a la dueña del bar.
El suplente del cronista
8 comentarios:
Hay también buenos rimadores modernos, los sonetos de J.V. Foix y Joan Brossa, por ejemplo. O los poemas de Carlos Edmundo de Ory.
Poeta rimadora
¿Gallinas hespérides o estrellas gallináceas?
Hamletiano
hespéride.
(Del lat. Hesperĭdes, y este del gr. ῾Εσπερίδες, hijas de Atlas y Hésperis).
1. adj. Perteneciente o relativo a las Hespérides, estrellas de la constelación del Toro.
Real Academia Española © Todos los derechos reservados
Atletas, poetas, controladores del aire y aviones que no llegan en el Estado Alarmado.
Pragmático
¿Existe realmente ese crítico?
Curioso
Se trata de poesía-ficción y, por tanto, de un crítico-ficción, y también un homenaje al "Viaje del Parnaso", de Cervantes.
El suplente
Además del dopaje, algunas otras cosas perversas debe tener esto del deporte, pues se trata de una actividad que TODOS los gobiernos fomentan.
Salud
Francesc Cornadó
Ahora que lo pienso, ¿se doparían las costureras para poder terminar el traje de novia de la hija de alguien?
Claro que, pobrecitas, cosían toda la noche y ni el café les quitaba el sueño.
La costurera
Publicar un comentario