lunes, 31 de agosto de 2020

CUANDO EL SILENCIO SE ABRE


Foto: J.X.

El silencio se abre, sale de las paredes.
No brota, no se abre como flores de arena o de yeso.
Pero tiene un aroma como si viniera del bosque, un bosque muy lejano, oculto, que hace resonar una voz junto al río, en el interior de una piedra.
El silencio sale de las paredes, sale perfumado, cruza el pasillo de la casa. Llega hasta el bosque, donde, en el interior de una piedra, al lado del río, resuenan unas voces que reciben y reconocen el aroma del silencio de la casa.

domingo, 30 de agosto de 2020

APRENDIZ DE BRUJO: INVOCANDO AL NÚMERO TRES


Foto: J.X.

Ya de niño contaba hasta tres para que Dios le dejara vivir hasta la próxima fiesta familiar, o hasta el Domingo de Ramos y el de Pascua, o hasta el día de Navidad, el de Año Nuevo y la Noche de Reyes, o hasta la verbena de san Juan, celebrada en toda la ciudad, y la de san Pedro, en la Barceloneta, el barrio de los pescadores.
Cuando se arrepentía de algo que hubiera hecho mal a escondidas, se ponía un alfiler en la lengua, ante un espejo, y contaba hasta tres para sufrir el merecido castigo, antes de sacarse, con angustia, el alfiler de la boca.
Antes de morir, contó hasta tres.
Algunos de sus conocidos decían que dicho número era un símbolo alquímico, mágico o simplemente una superstición; otros, opinaban que se refería al triángulo divino  de la Santísima Trinidad.
Pero uno de sus amigos comentaba que ese ritual era para invocar e imitar a su tía paterna, la curandera, que hacía una imposición de manos sobre la cabeza y contaba hasta tres para sanar los celos amorosos de los niños.
Exorcizar a la muerte, al dolor, contando hasta tres, como una acción de amor a la vida.
De todos modos, nada se sabe del cierto sobre los distintos rituales mágicos de ese niño, un aprendiz de brujo que contaba hasta tres para seguir viviendo.

Muchos años después, cuando ya no creía en la redención mediante aquellos castigos infantiles que se autoinfligía, y que a la vez se había convertido ya en el abandonado de la novia muerta, proseguía contando aún hasta tres. Pero no para continuar viviendo, sino para matar el tiempo, que no es lo mismo que vivirlo, como le advertía un vecino psicólogo.



sábado, 29 de agosto de 2020

EL ABANDONO MUTUO


Foto: J.X.

Absorto en la ausencia, en el abandono de la novia muerta, se extravió por el camino y no pudo ir en su búsqueda durante unos días.
Fue entonces él quien tuvo que abandonar a la novia muerta. No podía visitarla, de momento, para entregarle una flor y brindar con ella otra vez en el espacio íntimo de una isla, donde ella se alojaba.
Había guardado el botellín y las copas de champán que tenía reservadas para el próximo brindis, un material furtivo que, el día de la visita, sería camuflado en una bolsa bajo unas flores.
Ahora, pues, el abandono era mutuo.

viernes, 28 de agosto de 2020

AGUAS PROFUNDAS

Foto: J.X.

Es una larga y profunda tristeza que se derrama por la escalera del edificio, se encharca, se acumula en el portal y se desborda calle abajo. No es la sangre que cae de una casa, sino la tristeza, el líquido del dolor que ha reventado en su interior.
No fluye como un río, sino como un arroyo incontenible, cuya corriente se irá enturbiando a medida que descienda por las calles de la ciudad, hacia el puerto, hacia el mar, a lo lejos, en busca de las aguas profundas de un mar muy lejano, desconocido.
Una corriente dolorida que nada podrá detener, y que busca perderse más allá, en esas aguas profundas, en el anonimato misterioso del mar.

jueves, 27 de agosto de 2020

HILO DE ALAMBRE


Una palabra funambulista recorre, paso a paso, el hilo de alambre.
Vacilando, suspendida a unos 30 metros de altura.
Sin red.
En el suelo de la pista no hay arena, sino cristales rotos.
El circo no tiene carpa. Se puede ver el cielo.
Hoy no hay público.
La palabra funambulista ensaya el próximo número, haciendo equilibrios sobre el hilo de alambre.
Paso a paso, la artista está dudando entre la vida y el vacío, entre el sonido de los aplausos de mañana o el último silencio, la última actuación de la palabra en el escenario.


miércoles, 26 de agosto de 2020

JUGARSE LA VIDA


Foto: J.X.


Cuentan que fue la gran pérdida de su vida.
Mientras apostaba a favor de un número, siempre el mismo número, iba siendo víctima del azar, de la ruina.
Creía que ganaría lo que soñaba, lo que ansiaba, aunque no sabía exactamente qué era lo que ansiaba.
Era como una pesadilla de la fortuna, que le hacía sacrificarlo todo apostando una y otra vez al mismo número. Una obsesión, una locura, comentaban algunos.
Mientras tanto, lo iba perdiendo todo y se precipitaba cada vez más abajo, golpeándose contra las rocas del abismo, contra la ruina más absoluta.
Cuando se dio cuenta, era demasiado tarde.
Ya no quedaba nadie a su alrededor.
Había apostado y había perdido.
Todas las ganancias se las llevaron los secuaces de la mala vida y la mala muerte.
Se había jugado la vida.

martes, 25 de agosto de 2020

CUANDO FORZARON LA PUERTA Y ENTRARON


Foto: J.X.

Desde que forzaron la puerta y entraron, la casa ya no era la misma. Se había transformado en una casa extraña, ajena.
Todos los objetos parecían distintos, de otro lugar. También las plantas tenían ahora unas hojas más retorcidas, y las flores un color apagado. Como si todo en aquella casa careciera de nombre, como si no tuviera identidad. Una falta de nombre y de intimidad.
Violentada, humillada, la casa había perdido la vida, su frescor.
Le habían robado la vida, desde que un día entraron y forzaron la puerta de la casa, con nocturnidad y violencia, los expoliadores, los secuaces de la mala vida y la mala muerte.


lunes, 24 de agosto de 2020

EL MISTERIO DE LA CALLE HÚMEDA


Foto: J.X.

Ninguna palabra. Ningún silencio.
Ningún abandono. Ninguna ausencia.
Ningún dolor. Ninguna tristeza.
Ninguna vida. Ninguna muerte.

Antes de doblar la esquina, volvió a repetirlo:
Ninguna palabra. Ningún silencio.
Ningún abandono. Ninguna ausencia.
Ningún dolor. Ninguna tristeza.
Ninguna vida. Ninguna muerte.

Saludó con la mano antes de doblar la esquina.

Al final de la calle, un vacío deslumbrante no dejaba adivinar lo que había al fondo, al final de aquella calle.
Algunos transeúntes, sin embargo, continuaron andando. Otros, se desviaron por la esquina que acababa de doblar aquel desconocido.
Sólo un transeúnte permaneció quieto, seguramente más deslumbrado que los demás por el vacío.
Se acercó a una pared húmeda, agrietada.
Con las manos contra la pared, abriéndolas y clavándolas como garras de buitre, desesperado, intentaba en vano agarrarse a algunas de las grietas de la pared.
Lentamente, fue resbalando al suelo, con las manos contraídas, acalambradas, arrastrando en su caída arenilla sucia de la pared húmeda, agrietada.

No sabemos nada más.


domingo, 23 de agosto de 2020

ESCRITO EN LA CORTEZA DE UN VIEJO ÁRBOL DEL BOSQUE


Foto: J.X.

Desde entonces,
cada día
era un peso,
el peso de un día más.
Desde entonces,
cada noche,
para él,
era la última noche.
Escribía versos en el aire,
en la arena nocturna de las playas,
en rocas y piedras escondidas,
en la corteza de los árboles
más recónditos y lejanos.
Algunas noches,
la corteza de un árbol,
herida por las palabras,
sangraba sobre la hierba.
Carcomido el tronco,
le crecían flores por dentro.


sábado, 22 de agosto de 2020

Poesía de El Toro de Barro: «Estrategias para brindar en un cementerio», de Albert Tugues


Poesía de El Toro de Barro: «Estrategias para brindar en un cementerio»
(Elegía en prosa adaptada a forma versificada, por Carlos Morales del Coso)


ESTRATEGIAS PARA BRINDAR EN EL CEMENTERIO

Con tantas flores en la boca, es imposible hablar y brindar, señala la novia muerta.

Por otra parte, ella no puede florecer si no tiene flores frescas en la boca.
El novio le extrae algunas de las flores, aquellas que ya se han marchitado. Merced a este vacío alrededor de las flores frescas, pueden hablar de sus cosas y brindar otra vez con un botellín de champán.
Ella bebe de la copa de cristal a pequeños sorbos, para que las flores no se mojen con el champán. Un poco de lluvia y agua de la fuente refrescan más las flores frescas.
Las flores que nacen en el cuerpo de la novia muerta, sólo necesitan un lugar de luz, unas gotas de lluvia y el eco del sonido de las palabras ausentes.

Y que alguien, de vez en cuando, corte les flores marchitas de la boca y abra un hueco entre las flores frescas para que el brindis sea bien aprovechado, y que no gotee la copa de champán fuera de los labios de la novia muerta.

De todos modos, no se pierde nada. Si alguna gota resbala burbujeando y se escapa al suelo, al día siguiente habrá en la tierra otra flor al lado de los labios de la novia muerta. 
Ella, también, por delicadeza perdió la vida. La hojas y las flores lo adivinan, se inclinan sobre sus labios y perfuman el silencio. Las palabras ausentes repican en árboles y rocas. Resuenan más allá de los bosques, y los pájaros las cantan en el mar.

viernes, 21 de agosto de 2020

EL PERDÓN Y LA SANGRE


Foto: J.X.

Deambulaba solo, cabizbajo, por las calles estrechas y oscuras de la ciudad.
El faro de una motocicleta le hizo levantar la vista y subió a la acera. De pronto se detuvo, asombrado. De las altas paredes de una calle colgaban unos extraños lienzos ensangrentados. Se acercó más y comprobó que allí estaban colgados una parte de los desastres del mundo, así como todos los desastres que el había provocado y sufrido.
Los lienzos goteaban sangre sobre la acera. Extendió las manos, se las mojó en la sangre, se arrodilló allí mismo, y pidió perdón por todo. Arrodillado bajo la misma sangre que no dejaba de gotear de los lienzos.
El estudiante de teología del barrio, que lo conocía del bar, dice que este vecino no creía en Dios, en ningún Dios, aunque siempre pedía perdón por todo. No sabe a quién o a quiénes pedía perdón, ni por qué. Al parecer, se arrepentía de lo que había dicho y hecho a lo largo de su vida. Pero como no era creyente, sino un iluminado sin fe, nada ni nadie podía absolverle la culpa, o lo que fuera. En fin, un tipo raro, opina, un visionario que veía lienzos empapados de sangre colgados en las paredes de las calles.

Una noche se quedó clavado de rodillas en una calle, bajo la sangre que goteaba de unos lienzos, y ya no se levantó.

jueves, 20 de agosto de 2020

EN UNAS CUANTAS PALABRAS CABE TODA UNA VIDA


Foto: J.X.

Ya no podía ir hasta el mar, hasta los árboles, hasta los ríos, hasta las rocas musgosas de los bosques. Ya no podía ir. Ya no podía ir y vivir con ellos.
Y se dejó morir.
Días después, fue rescatada por un enviado del bosque de los espíritus.
Cuando llegaron al bosque, voces delicadas resonaban en el interior de las piedras.

miércoles, 19 de agosto de 2020

SIN NOMBRE


Foto: J.X

Traspasado el fondo del abismo, más allá del vacío, se acallan el dolor y el abandono al ser capturados por el filo de las piedras del propio abismo, durante la caída.
Al otro lado de lo que no tiene nombre, una señal te indica la salida del lugar, de ese no lugar en que te hallas e ignoras.
¿A dónde conduce esta salida de ninguna parte a ninguna parte?, ¿a ese lugar que no se puede nombrar?
Podrías preguntarlo..., ¿preguntarlo a quién?
Déjalo estar. No importa. Sigues andando, no vale la pena intentar preguntar.
Ya llegarás adonde sea, aunque sea a ningún lugar.

martes, 18 de agosto de 2020

ESCRITO EN UNA PARED


Foto: J.X.

Cuesta hablar..., de todo, de nada, cuesta hablar.
Cuesta hablar de aquello que falta.
Cuesta hablar de lo que sobra.
Cuesta más hablar de aquello que más falta.
Cuesta más hablar si, lo que sobra, daña más.
Toda la tristeza del mundo puede caber en una mirada, en un gesto, en un silencio, en una mano que saluda.
Pero toda la tristeza del mundo no puede caber en la boca. Se desborda. Calla.
Él, ella, quien sea, no puede hablar. Con la boca tan llena de tristeza, no puede hablar.

lunes, 17 de agosto de 2020

CONSEJOS DE UN ESPÍRITU

Foto: J.X.

Me encuentro por la calle con un espíritu que me pronostica: “Cuando la voz te caiga de los ojos -no como lágrimas, sino como cristales de nieve que te dejan mudo y ciego-, debes escribir tres o cuatro palabras, y luego las pronuncias sílaba por sílaba: el sonido de esas tres o cuatro palabras te amarrará a la robusta rama de un árbol, y así te habrás desviado una vez más del camino que conduce al abismo.”
Y añade: “Tres o cuatro palabras, recuérdalo, y aunque no puedas seleccionarlas con tiempo, por la urgencia del momento, debes escribirlas y decirlas sílaba a sílaba.)
Le agradezco su vaticinio. Le digo que tendré en cuenta el prodigio y la acción de las palabras para desviarse del camino al abismo, y le doy un abrazo en el aire.

domingo, 16 de agosto de 2020

VARIACIÓN SOBRE UN SUCESO AMOROSO


Foto: J.X.

Ésta es la historia de un amigo del barrio, el novio que visitaba a la novia muerta, llevando una bolsa y una flores que ocultaban el botellín y las dos copas de champán para brindar con ella (había que hacerlo de manera discreta para no escandalizar a los otros visitantes del cementerio marino).
Él vivía en su casa, solo, como un vagabundo borrachín, pero no molestaba a nadie.
No estaba abandonado en la calle, desamparado, durmiendo en los cajeros bancarios como otros muchos, informan algunos vecinos, los más amables.
¿Ventajas? Ninguna, según decía él mismo. A lo sumo, vivir un día más, sí. Pero eso, para él, no era una ventaja, sino una desventaja que lo atormentaba: despertar otra vez al día siguiente, vivir otro día, un día más.
Si fuera un caballo cojo o un perro incurable, decía, alguien tendría el valor de matarlo para que no sufriera más, como en aquellas películas del lejano Oeste.
Pero él, a su edad, no tenía ese valor, estaba agotado (ya lo intentó una vez, de joven, haciéndose el caballo cojo, y fracasó, y sobrevivió), añade alguien que le da la mano, lo rescata y se lo lleva al bosque de los espíritus, como si fueran dos enamorados en busca de la novia muerta, que espera en el bosque con una copa en la mano.

sábado, 15 de agosto de 2020

BASTONES PERFUMADOS


Foto: J.X.

Buscar la voz. Buscar la palabra.
Aunque todo sea noche, hay que seguir, camino abajo, camino arriba. Hay que seguir buscando la voz, la palabra.
Aunque haya un laberinto de callejones y caminos y todo sea noche, no importa. No te puedes extraviar más de lo que ya estás.
Buscar la encrucijada que señala el camino del bosque de los espíritus. Bajar y subir, girar a la derecha, girar a la izquierda, volver a bajar, volver a subir.
Allá, una luz, intermitente, azulada, que se apaga, que se enciende, como un claro de bosque en la oscuridad. Ya no falta tanto...
Subir un poco más, cojeando, apoyándote en las flores de la novia muerta, como si fueran bastones perfumados, resistentes.
Suena una voz en el interior de una piedra.

viernes, 14 de agosto de 2020

REINCIDENTE

Foto: J.X.

He reincidido, lo confieso.
He vuelto a bajar a la ciudad.
Cada vez que reincido y bajo a la ciudad, dejo unas flores en el lugar donde moraba la novia muerta, que ahora pasea soñando por el bosque de los espíritus.
De vez en cuando, me encuentro por la calle con algún espíritu del bosque (nos reconocemos enseguida) que ha bajado a rescatar a alguna novia o novio muerto.
Me dicen que sólo bajan para cumplir esa función rescatadora, o de rapto amoroso, para trasladar al mayor número posible de novias y novios muertos al bosque de los espíritus, donde, para quererse, no son necesarias tantas palabras ni decírselo todo.
Me preguntan qué hago todavía por aquí, merodeando como un vagabundo por esas calles de mala vida y de mala muerte. No sé qué responder, y sonrío.
Cuando nos despedimos con un abrazo, sin tocarnos (abrazando el aire impuro de la calle), siento un roce delicado entre los brazos y las manos.


jueves, 13 de agosto de 2020

EN CASO DE EXTRAVÍO Y PÉRDIDA

Foto: J.X.

Le han arrancado el corazón y lo han abandonado.
No es como si estuviera perdido o extraviado:
se ha perdido, realmente ha extraviado el camino, y está perdido.
No hay casa ni refugio sobre la tierra.
No hay rincón, ni escondrijo, no hay otro ser sobre la tierra que pueda acogerlo e indicarle el camino.
Le han arrancado el corazón y lo han abandonado.

Al doblar una esquina, alguien le llama y le dice:
Hay una voz inaudible en el interior de la piedras.
Nadie la escucha, nadie oye nada: así va el mundo.
Pero si plantas unas flores al lado de las piedras y sabes cuidarlas y esperar, podrás escuchar ese silencio, esa voz inaudible que te aguarda en el interior de las piedras.
Una voz que no pregunta, una voz que habla a favor de los corazones arrancados.”


miércoles, 12 de agosto de 2020

RESPIRANDO UN LARGO Y HONDO SILENCIO (Recitado sin pausa puntual)


Foto: J.X.

Entre sombras, caminando de la mano del abandono, con la ausencia al lado, flanqueados por los espíritus del bosque que nos custodian hasta el lugar donde nos será revelado lo que no sabíamos y andábamos buscando, entre las sombras, de la mano de la ausencia, con el abandono al lado, el lado más triste del camino, ensombrecido por las copas de unos árboles tan altos que no dejan ver sino un pequeño fragmento de cielo, por el que entra y sale una bandada de golondrinas, vistas desde abajo, desde el abandono, respirando un largo y hondo silencio.


martes, 11 de agosto de 2020

EL ASOMBROSO CASO DE UNA NOCTURNA Y LUNÁTICA POSESIÓN AMOROSA


Foto graffiti: J.X.

Cuentan los del lugar que, hace ya muchas lunas, hubo en la aldea un caso de posesión. Unos decían que había sido una posesión de amor, una posesión “amorosa, dolorosa pero dulce”. Otros, afirmaban todo lo contrario y calificaban la posesión de “vampírica, demoníaca”.
Se trata de la historia de un novio abandonado que, todas las noches que la luna iluminaba la aldea y los bosques de alrededor, le subía y le bajaba por dentro una mano plateada, dicen, como si fuera un fragmento metálico de luna.
La mano plateada subía y bajaba por sus entrañas y le arrancaba diminutos trozos de cuerpo, que los substituía por flores de la novia muerta, aquella misma novia que lo había abandonado para irse con la muerte.
Con el paso de los días, las entrañas del novio abandonado se fueron convirtiendo en ramos de flores marchitas. Todo su cuerpo olía a flor marchita, un olor que se hacía más intenso, al atardecer, como más aromatizado. Lo nunca visto, recuerdan los del lugar, sorprendidos y perplejos aún por el prodigio.
Pero, aun hoy, los habitantes del lugar siguen divididos al hablar sobre este asombroso caso de posesión. ¿Venganza o arrepentimiento de la novia por haberse ido, raptada por la muerte, y haberlo abandonado?, se preguntan unos y otros.
Algunos cuentan que esta ceremonia de posesión duró hasta que el cuerpo del novio abandonado desapareció bajo el dominio amoroso de las flores. Otros, menos románticos, cuentan que fue devorado por las flores marchitas.
Sea como fuere, lo cierto es que dicho lugar, desde entonces, huele siempre a un extraño perfume de flores marchitas, y la aldea es conocida, en aquellas lejanas tierras, “como la aldea de las flores del amor y la muerte”.

Dibujo: J.X., "El ramo marchito"

lunes, 10 de agosto de 2020

VIAJE INICIÁTICO


Foto: J.X.

Despellejarse hasta llegar al alma, y largarse, decía un amigo en el bar, cuando estaba animado y tenía ganas de hablar.
Primero te despellejas, decía. Te quitas la piel a tiras.
Luego, vas reduciendo la cobertura de carne, hasta que se transparentan los huesos.
Agujereas los huesos, te adentras, con palabras que alumbren, por las callejuelas oscuras que conducen al lugar donde está aprisionada el alma.
Rompes las cadenas y la rescatas.
Regresáis. Camino de vuelta por las callejuelas oscuras.
Atravesáis los vacíos de los huesos, hasta llegar a la superficie transparente de la carne. Levantáis un trozo de piel que aún no había sido despellejada, apagáis la luz de la palabras, y os largáis para siempre, como agua del río.
No gritéis, no es necesario gritar, que el adiós sea inaudible,
que no se sepa la causa del dolor. Para qué...

domingo, 9 de agosto de 2020

EL DESCUBRIMIENTO DEL AMOR

Fotos: J.X.

Aquel niño descubrió el amor viendo pasear a su tía abuela del brazo de su marido difunto, por el largo pasillo de casa, y escuchando, muchas noches, las tiernas palabras que ambos se decían. Ésa fue su primera sensación amorosa. El descubrimiento del amor.
Intentó revivir aquel primer amor, catorce años más tarde, con otra persona, pero no fue posible. Eran demasiado jóvenes, y ya habían perdido el tesoro amoroso de los niños.
No fue hasta mucho tiempo después, buscando y extraviándose por calles, caminos y casas, que pudo reencontrar aquel tesoro y volver a sentir la fuerza de aquel primer amor de niño.
Así fue durante años, cayendo y levantándose, la vida de aquel amor funambulista, huidizo, que pese a todo se mantuvo en pie, como si fuera aún el amor de dos niños, que encontraban y perdían el tesoro. Unos niños con las rodillas cada vez más heridas por la búsqueda, más peladas por el tiempo.
Pero también esta vez se presentó la muerte y se llevó a la novia del brazo, una tarde, por el largo pasillo de otra casa, una casa blanca que acogía a huéspedes malheridos.
Ella, con las rodillas peladas, se fue y le abandonó, apoyándose en la muerte. El tesoro había quedado partido por la mitad.
Al cabo de unos días, él dio un traspié bajando por la escalera de una Biblioteca y cayó de rodillas sobre el último rellano.
En una de las rodillas, que no había sangrado, le quedó para siempre el estigma del golpe, el morado de la herida interna.
Como cuando era niño y descubría, al final de un largo pasillo, un tesoro amoroso. Deslumbrado, encantado por el hallazgo misterioso, se enamoraba, caía de rodillas y no sangraba: un estigma morado en una de las rodillas.
Como si un resto de aquel tesoro, entre azul y morado, no quisiera sangrar y se coagulara en el corazón, después de la caída.



sábado, 8 de agosto de 2020

UN ADIÓS INAUDIBLE

Foto: J.X.

Aunque tenía fama de ser una persona dulce, dicen que se fue acostumbrando a distanciarse de la gente en su vida diaria.
Cuando se despedía de alguien, primero levantaba un poco la mano, saludando, y después de un rato decía adiós y alguna palabra más. Solía ser un adiós suave, dulce. Pero, al tardar en pronunciarlo, la otra persona ya se había alejado tanto, que no podía oír la despedida.
De modo que todos se iban sin conocer la dulzura de su adiós, de su despedida. Llegaba siempre demasiado tarde.
No lo hacía a propósito, sino que era su manera de vivir y de despedirse así de la gente -con lentitud y a cierta distancia, cuando las palabras amables o amorosas ya no eran audibles.

viernes, 7 de agosto de 2020

UNA TRISTEZA VORAZ


Foto: J.X.

Cuentan que, en los últimos tiempos, llevaba concentrada toda la tristeza en la boca.
Que iba de un lugar a otro, sin poder hablar con nadie. Con toda la tristeza en la boca. Sin palabras.
Como si el abandono que sufría le hubiera llenado la boca de tristeza.
Pero una tristeza afilada, voraz, que le había comido la lengua, las palabras.

jueves, 6 de agosto de 2020

UN ATARDECER, EN LA PLAYA


Foto: J.X.

A partir de aquella tarde, ya estuvo siempre sin compañía.
No había ninguna voz a su lado.
Las raras veces que salía a la calle, más que nada para hacer ejercicio, lo hacía a una prudente distancia de los otros cuerpos y de las otras almas (lo explicaba así).
Le acosaban los ruidos de las calles, la algarabía de las voces, pero en realidad no oía esas voces. No escuchaba ninguna palabra, ninguna voz. No sabía ni le interesaba lo que pudieran decir.
Seguía andando por cualquier parte, solo, entre el ruido de las calles y las voces. Andar por andar. Así llegó a la playa solitaria, al atardecer. Era a finales de septiembre.
Un trozo de alma colgaba de un cubo de basura, en la playa, cerca del lugar donde alguien había arrojado al mar un puñado de ceniza, entre las flores de un ramo deshecho.
Mientras se adentraban en el mar, las hojas y los pétalos de las flores parecían desprender lágrimas. La ceniza ya no se veía.
Saludó con la mano, y se fue.

miércoles, 5 de agosto de 2020

ERA EL CONFINAMIENTO...


Foto: J.X.

Era el confinamiento.
Todos los refugios de la ciudad estaban ocupados.
No había ningún refugio para el abandonado.
Uno de los abandonados del barrio, debía soportar el doble confinamiento, el físico y el espiritual, en un piso pequeño de alquiler, sin ascensor.
Un piso pequeño que no era su casa, sino la casa de la novia muerta, rodeado por las paredes del abandono, y por todos los objetos que habían dado forma y vida a la casa, objetos ahora callados, también ausentes, sin vida casi.
No había otro refugio.
Es verdad: otros abandonados no tenían ni un pequeño piso de alquiler sin ascensor, ni un ordenador, ni un móvil.
Desde el ordenador, escribiendo y recibiendo palabras, y desde el móvil, hablando y escuchando, fue reconstruyendo día a día, mes a mes, la estrategia para sobrevivir al doble confinamiento en ese pequeño refugio. Tan frágil, que a él le parecía de cristal resquebrajado, y donde sólo quedaban testigos casi escondidos, callados, del abandono, de la ausencia.
Las macetas del balcón compartían la soledad de la casa, de aquel refugio de cristal roto, pero no dejaban de crecer nuevas plantas y flores que nadie plantaba.


martes, 4 de agosto de 2020

OTRA VIDA AMOROSA


Foto: J.X.

Cuentan que el novio vagabundo y borrachín que iba al cementerio a brindar con la novia muerta (ocultaba un botellín de champán y dos copas en una bolsa, bajo una ramo de flores), se duchaba dos veces al día para que la muerte no le sorprendiera y le pillara de improviso, sin estar bien aseado y preparado para salir.
Quería asistir, limpio de cuerpo y alma, a la cita definitiva con la novia muerta, y eternizar los brindis.
La novia muerta sonreía mientras esperaba: ya conocía las manías y angustias de él sobre la vida y la muerte.
Y que a veces, la vida y la muerte, se esconden, amorosas, en la oscuridad de las tapias de los cementerios, detrás de los árboles, como dos enamoradas que entran y salen de los jardines cerrados. Sin que los mortales las vean.


lunes, 3 de agosto de 2020

CONSEJOS Y ADVERTENCIAS


Foto: J.X.

"Ahora tienes que arreglártelas solo con la vida, con el mundo", advertían los menos pesimistas.
"Ahora tienes que coger las riendas de la vida y convertirte en otro y vivir de cara al futuro", avisaban otros.
"Sí, recordar las cosas compartidas más agradables, y hacer de vez en cuando una visita al cementerio para ofrecer un buen ramo de flores, por ejemplo el Día de los Difuntos", afirmaban otros, como si la vida fuera un carro mágico cargado de ilusiones y regalos futuros.
"Ven, escucha", dice otra voz: "Es la barca del amor que ha chocado contra la vida cotidiana", te dice en voz baja el espíritu de un poeta ruso, que llevas escondido en el bolsillo.
Y la voz no añade nada más.

sábado, 1 de agosto de 2020

LA HABITACIÓN


Foto: J.X.


Cuentan en el barrio que ella se fue, le abandonó, mientras él buscaba una habitación de hotel, hostal o pensión, para estar más cerca de donde ella estaba.
En los bares y tiendas de aquel barrio le dijeron que no sabían de ninguna habitación de alquiler, y añadieron que aquel barrio no era turístico como otros barrios de la ciudad.
Después de buscar en vano aquí y allá, regresó de prisa al lugar donde ella estaba. Subió por la escalera y se detuvo unos segundos en el pasillo. Cuando él entró en la habitación, ella se disponía a salir. Quería irse de allí. Tenía los ojos muy abiertos, como si quisiera decirle que no buscara más casas ni habitaciones. Ya no podrían volver a vivir juntos. Nunca más. Se iba, le abandonaba.
Ella había muerto.
Los dos estaban solos en la habitación del Hospital.
Le cerró los ojos, le dio un beso y avisó a las enfermeras.