martes, 11 de agosto de 2020

EL ASOMBROSO CASO DE UNA NOCTURNA Y LUNÁTICA POSESIÓN AMOROSA


Foto graffiti: J.X.

Cuentan los del lugar que, hace ya muchas lunas, hubo en la aldea un caso de posesión. Unos decían que había sido una posesión de amor, una posesión “amorosa, dolorosa pero dulce”. Otros, afirmaban todo lo contrario y calificaban la posesión de “vampírica, demoníaca”.
Se trata de la historia de un novio abandonado que, todas las noches que la luna iluminaba la aldea y los bosques de alrededor, le subía y le bajaba por dentro una mano plateada, dicen, como si fuera un fragmento metálico de luna.
La mano plateada subía y bajaba por sus entrañas y le arrancaba diminutos trozos de cuerpo, que los substituía por flores de la novia muerta, aquella misma novia que lo había abandonado para irse con la muerte.
Con el paso de los días, las entrañas del novio abandonado se fueron convirtiendo en ramos de flores marchitas. Todo su cuerpo olía a flor marchita, un olor que se hacía más intenso, al atardecer, como más aromatizado. Lo nunca visto, recuerdan los del lugar, sorprendidos y perplejos aún por el prodigio.
Pero, aun hoy, los habitantes del lugar siguen divididos al hablar sobre este asombroso caso de posesión. ¿Venganza o arrepentimiento de la novia por haberse ido, raptada por la muerte, y haberlo abandonado?, se preguntan unos y otros.
Algunos cuentan que esta ceremonia de posesión duró hasta que el cuerpo del novio abandonado desapareció bajo el dominio amoroso de las flores. Otros, menos románticos, cuentan que fue devorado por las flores marchitas.
Sea como fuere, lo cierto es que dicho lugar, desde entonces, huele siempre a un extraño perfume de flores marchitas, y la aldea es conocida, en aquellas lejanas tierras, “como la aldea de las flores del amor y la muerte”.

Dibujo: J.X., "El ramo marchito"

3 comentarios:

Montse Cosidó dijo...

No hi ha flor alguna que pugui cobrir amb la seva aroma i bellesa el dolor del nuvi de la núvia morta.

una lectora del barrio dijo...

Cuando una novia abandona sólo por la muerte, no quiere en realidad alejarse de quien ama y no puede sentir arrepentimiento ni desear venganza y así, primero con la mano plateada lacerando el espíritu del novio de la novia muerta, luego con las flores marchitas que siempre les habían unido, consigue hacerlo desparecer y que el olor que desprenden esas flores invadan eternamente "la aldea de las flores del amor y de la muerte".

Unknown dijo...

Ella sempre estarà amb tú !!