jueves, 20 de agosto de 2020

EN UNAS CUANTAS PALABRAS CABE TODA UNA VIDA


Foto: J.X.

Ya no podía ir hasta el mar, hasta los árboles, hasta los ríos, hasta las rocas musgosas de los bosques. Ya no podía ir. Ya no podía ir y vivir con ellos.
Y se dejó morir.
Días después, fue rescatada por un enviado del bosque de los espíritus.
Cuando llegaron al bosque, voces delicadas resonaban en el interior de las piedras.

1 comentario:

lectora de la vall dijo...


Y no podía tener mejor recibimiento, en el bosque y con voces de acogida, delicadas, del interior de las piedras.