
Se comenta en bares y tiendas del Barrio Gótico (ayer, 29, la mayoría estaban cerrados), que todo ha sucedido en la Plaza Catalunya y sus calles adyacentes. Y todo por culpa, dicen, del antiguo edificio del Banco Español de Crédito, que fue ocupado unos días antes por los jóvenes okupas y antisistema, como dicen los informativos de rado y tv. Un edificio abandonado desde los tiempos de Mario Conde, y en el que la construcción de apartamentos de alto standing había quedado parada.
Y un cliente de la taberna pregunta: ¿Por qué la policía decide intervenir y desalojar el edificio el mismo día de la huelga general? ¿A quién le beneficiaba?
Lo que debía ser una huelga general -responde el tabernero-, con piquetes informativos que no informan, se ha convertido en una lucha campal, con automóviles y contenedores incendiados, escaparates rotos, algunas tiendas arrasadas y de 30 a 60 heridos (que nunca se sabe).
El gobierno y los sindicatos siguen con su particular función, con una dramaturgia para incautos, indica la hija del tabernero, mientras los jóvenes interpretan a los revolucionarios. España en huelga general, y la gran movida la protagonizan unos cien jóvenes okupas en Barcelona. No el gobierno ni los sindicatos, sino un puñado de jóvenes que están en contra del sistema. Elementos antisistema, proclaman las emisoras de radio y tv, siempre bien informadas.
El becario del suplente del cronista