domingo, 31 de mayo de 2020

PREPARATIVOS DE FIESTA EN EL BOSQUE


Fotografía: J.X., "Claro del bosque"

Hoy los espíritus comienzan a preparar una fiesta en un claro del bosque, rodeado de álamos y acacias, una fiesta bucólica, pero con cervezas, naranjadas, limonadas aceitunas y patatas fritas, como si fuera la presentación de un libro de poesía, y que se celebrará en una fecha no determinada aún.
Será una fiesta sin ningún motivo religioso, sin causa mítica alguna, ni lectura de poemas. Será una fiesta sin un por qué.
Participarán en la misma como invitados especiales los pájaros y los otros animales del bosque, incluidos todos los insectos, así como los árboles, las plantas, las fuentes, las piedras y las flores, y todas las novias y los novios muertos de amor, pero también todos los muertos de soledad, de tristeza o sin un por qué.
Todo el mundo triste estará invitado.
También serán bien recibidos todos los otros, los menos tristes y los no tristes.
Aquí, en este claro del bosque, no está reservado el derecho de admisión a ninguna tristeza, ni a ninguna alegría. Un claro del bosque, flanqueado por álamos y acacias, un claro del bosque, libre, donde sea posible vivir y morir sin permisos oficiales, sin impedimentos burocráticos.
Todo el mundo podrá entrar y participar en la fiesta.
Todo el mundo, excepto aquellos que van por la vida y por la muerte arrastrando una ristra de ajos y de púas envenenadas para arrojarlas a los corazones vivos y herirlos de muerte, alcanzando con sus púás envenenadas a las novias y novios muertos, para así matarlos más aún.
¿En qué consistirá la fiesta?
Esto es un misterio que los espíritus del bosque no revelarán a nadie ni en la víspera de la fiesta.


sábado, 30 de mayo de 2020

AL OTRO LADO DE LAS COSAS


Foto: J.X., El espejo retrovisor espiando un balcón

Merodeando por las calles, miras el escaparate de una zapatería, observas un balcón con macetas de flores, una ventada abierta con visillos blancos, una esquina de sol y sombra, la plaza de las palmeras de tu infancia, la fuente de un estanque en reparación, con unos árboles en derredor, uno de ellos con el tronco dolido, hueco... Hay pocas personas en la calle a esta hora temprana de la mañana, y bandadas de golondrinas ajetreando el silencio del cielo.
Estas miradas, sin embargo, no conforman una visión íntima. Estas miradas no ven en realidad lo que están mirando. No pueden ver lo que en apariencia está ahí, en la calle, mostrándose. No lo puedes ver por mucho que mires, porque estás contemplando aquello que tienes herido en la memoria. La visión que estás contemplando no está fuera, sino dentro: la herida que se abre en tu interior.
De la grieta de un muro surge de pronto una mano. Mueve los dedos. Te acercas. Le alargas tu mano, intentas tocarle los dedos. Pero la mano del muro no responde, los dedos dejan de moverse.
La mano aparecida va ocultándose muy lentamente en la grieta del muro, los dedos semejan algodones de humo que se desvanecen en el aire, como hilos desatados.
Cuando te ha dejado la visión de aquella mano, cuando te ha dejado solo en la calle, abandonado, sientes como una venda que se va enrollando alrededor de tu cabeza, hasta cubrirte la boca y vendar las palabras heridas, las más tristes.
Aun con la boca y la nariz vendadas, penetra a través del vendaje un olor a desinfectante, a hospital.
En la piedra resuena una voz. Dice que era una mano muerta que te había reconocido al pasar junto al muro.
Pero que ella, la mano muerta, no ha podido hacer nada más que mover los dedos unos segundos para ser, también ella, reconocida.

viernes, 29 de mayo de 2020

LAS FLORES DEL TILO, MINIATURA DE UN TEATRO DE MARIONETAS Y UN VIOLINISTA VAGABUNDO


(Fotografías: La flor del tilo, miniatura de teatro de marionetas y un violinista vagabundo, creados por J.X.)

Hoy, el espíritu que resbala con las flores, ha pisado sin querer unas hojas de tilo y se ha caído de lado, junto a unas flores amarillas que un golpe de viento ha arrancado de las ramas más bajas del tilo.
La ventaja de ser espíritu es que ya no te haces daño ni dañas a los demás, comenta el espíritu mientras se incorpora y muestra unas flores que se le han prendido en la caída.
Sí, los tilos ya han florecido y el mundo huele a tila, dice otro espíritu del bosque.
Cuando el dolor se alarga y se extiende de un día a otro, éste se va alejando al mismo tiempo del primer día de dolor, del origen del dolor, y en consecuencia deja de ser un dolor reciente, pero ¿provoca aún igual daño?, pregunta él, sin entrar en la conversación de los espíritus sobre el florecer de los tilos.
Depende de cada doliente. Para unos, el paso del tiempo, esa distancia ineludible puede suavizar el dolor y reconfortar el ánimo, dice un espíritu.
Sin embargo, para otros, el dolor es siempre un dolor reciente, idéntico a sí mismo desde el primer día, advierte otro de los espíritus.
Como un dolor reciente, siempre..., un dolor idéntico día tras día..., repite él dos veces, moviendo las manos como si fuesen marionetas tristes.




jueves, 28 de mayo de 2020

LOS GOLPES BAJOS DEL VACÍO

Foto: J.X.
¿Por dónde golpeará hoy el vacío?, ¿alguien lo sabe?, se pregunta él.
Aparecen los espíritus del bosque y le responden que esto nunca se sabe. Aunque, por lo general, el vacío -cuando no es ese vacío pleno, pacífico, del que hablan los místicos, sino un vacío marrullero y rencoroso por algún motivo que ignoramos-, suele utilizar toda clase de golpes bajos. Golpea donde más duele, donde el golpe pueda ser más demoledor. En la memoria, en el corazón, en el alma, los golpes, cuanto más bajos y marrulleros, mejor para su acción destructora.
Él mueve la cabeza, como diciendo que lo tiene difícil para defenderse, para hacer una buena y efectiva defensa personal, física y espiritual: es como si tuviera todas las partes del cuerpo y del alma tan golpeadas por la realidad y la memoria, que están indefensas y desnudas, en carne viva casi. Ojalá pudiera ser como ellos, como un espíritu más del bosque, así los golpes pasarían de largo. El vacío se aburriría de caer en la contradicción de golpear en el vacío, como si se golpeara a sí mismo, piensa él.
Ellos adivinan su pensamiento y le dicen que en este mundo todo llega herido de materia, que ésta lentamente se va reduciendo, transformándose en energía de espíritu a medida que pasa el tiempo. ¿Energía de espíritu, te preguntarás? Pues, sí, es entonces cuando uno puede orientarse y no perderse, hasta encontrar el bosque de los espíritus, y acceder a su espacio libre. Sólo los golpes tienen prohibido el acceso, la entrada al bosque.
En una ocasión, a uno de nuestros espíritus, cuyo nombre guardaré en el silencio, lo acusaron de haber sido, en la otra vida, más fiel a la novia muerta que cuando ella vivía. El acusado contestó que ella, cuando vivía, sabía defenderse muy bien, y que, en caso de extravío en la ciudad, ambos se reencontraban, al cabo de un tiempo, en el mismo callejón oscuro donde él se había extraviado. Pero ahora ella no podía defenderse desde la muerte, y por lo tanto era imposible volver al callejón oscuro y reencontrarse con la novia muerta después de cualquier extravío, explica el espíritu que resbala con las flores.
¡Eso sí que es un golpe bajo, pero contra el vacío!, exclama él.
Más bien sería un golpe por todo lo alto, como un día sin muertes, añaden todos los espíritus del bosque.

martes, 19 de mayo de 2020

CUANDO LAS MALAS HIERBAS FLORECEN

Fotografïa: Judith Xifré, "El balcón"
CUANDO LAS MALAS HIERBAS FLORECEN

En el balcón florecen las plantas tradicionales, como cada año. Pero este año, además, a causa de la ausencia irreparable de la jardinera, crecen nuevas plantas en esas macetas solitarias, que están un poco abandonadas en un rincón del balcón.
Son las malas hierbas, cuyas semillas han llegado al balcón a través del viento y los pájaros. Son las malas hierbas furtivas, marginales invasoras, perseguidas y arrancadas.
Las malas hierbas que él ya contemplaba y admiraba de niño durante las largas vacaciones en el campo, en casa de sus tíos y abuelos. Las miraba con tristeza, sabedor del destino fatal que les esperaba en los campos de cultivo cuando llegara el tiempo de arar, según la advertían cada año sus familiares.
Pero, aquí, en el balcón, las malas hierbas disponen de tiempo para florecer en las macetas arrinconadas, como si estuvieran en el bosque, libres.
Seguramente, hacen un esfuerzo y florecen para no ser menos que las plantas tradicionales de las otras macetas, queridas por sus flores y hojas espléndidas.
Y ganarse de este modo, floreciendo en las macetas arrinconadas del balcón, el cariño de la jardinera ausente.
Mediante la flor, ya no serían plantas furtivas, marginales, ya no serían malas hierbas.
Y sonreiría la jardinera ausente, cautivada por esta picardía de flor.

viernes, 15 de mayo de 2020

DE LA REALIDAD A LA FICCIÓN: DETECTIVES CONTRA EL IMPERIO DEL CORONAVIRUS

¿Detectives contra los agentes infiltrados del Imperio del Coronavirus?
¿Detectives privados contratados para seguir e investigar a posibles sospechosos de contubernio y de haber tenido contactos con infectados por el Coronavirus?
De la ficción de los tebeos, novelas y películas a la realidad vulgar y corriente, comenta uno escondido en un rincón, bebiendo una cerveza de más y comiendo un trozo de bocadillo menos.
Como la realidad misma, y pocas bromas, advierte la dueña del bar del barrio, con media persiana abierta, sirviendo a algún cliente desde un mostrador que ha puesto en la entrada.