miércoles, 31 de mayo de 2023

LA BÚSQUEDA

Foto. J.X. 

Conjuraba la mediación de la palabra para encontrar huellas, indicios de la peregrina que se había alejado tanto que no podía regresar.

No busques más. No la busques más.

Cada paso, era un paso de vida atormentada, pasos cruzando el límite de tanta ausencia.

Pasos perdidos en caminos sombríos y callejones sin salida, húmedos, resbaladizos, como pisando serpientes de hielo dormidas, que, al erguirse, se enroscan al cuerpo, muerden el corazón y envenenan el alma.


miércoles, 24 de mayo de 2023

LA PROMESA

Foto: J.X.

Quería cumplir aquella promesa que hizo un día. La cumpliría hasta la muerte. Ni en los momentos de mayor debilidad, confesó de qué promesa se trataba. Era una promesa cuyo misterio no explicaría a nadie.

Cumpliría, pues, con la promesa dada.

Y una noche se adentró en el mar, con un ramo de flores entre las manos, como si fuera una plegaria.

Del peso de la muerte, del pesar, sólo quedarían unos pétalos esparcidos en el agua.

Gotas de sangre emergen del fondo del mar. Con el movimiento de las olas se entrelazan los pétalos esparcidos y las gotas de sangre.

Meciéndose en el agua, la transfiguración semeja una fuga lenta de pétalos que han abandonado el lugar de la caída, en el fondo del mar, donde se precipitó el ramo de flores, y que ahora emergen esparcidos en busca de una sangre que los una e ilumine, formando una corona.

En el fondo del mar, el ramo de flores, arrancados los pétalos, esconde su esqueleto detrás de una roca partida.

La corona, errante, hiende el mar y deja atrás una estela de ceniza de almas difuntas.

Es una corona de amor ensangrentado, una corona de pétalos flotando en el mar, a la deriva, una corona teñida de sangre.




miércoles, 17 de mayo de 2023

UN EVADIDO DEL INFIERNO

Foto: J.X.


I

No quería besar a nadie porque temía contagiarles la vida oscura que había arrastrado a lo largo de tantos años. Ésta sería su forma de arrepentimiento: no besar jamás.

No besar jamás a ningún ser humano, a ningún ser vivo, ni animal ni flor.

Dejar algunas flores o unas hierbas aromáticas en esos nichos donde no hay más que abandono, con los nombres borrados en la piedra, o sin nombre.

Exhausto, con el alma hecha trizas, llegas al bosque de los espíritus. ¿Y ahora qué? El precio es alto, si te has atrevido a descender. Una vez perdida, el precio de la inocencia es alto, si no irrecuperable. No hay rebaja. Digamos la verdad. El precio es tan alto, que es de muerte. Ascender es morir.


II

La verdad y toda la verdad era que no había atravesado el infierno dantesco, decía cuando tomaba una segunda cerveza. Pero sí el infierno de la vida cotidiana, ¿acaso hay peor infierno que éste?, preguntaba, y luego recitaba un poema romántico:

Cuando ya no podamos oír

el lamento del mar,

ni podamos hablar

con las flores marchitas;

cuando ya nadie recuerde

tu delicadeza ni mi tristeza,

cuando ya nadie nos persiga,

entonces tú y yo estaremos juntos

más allá de las raíces de todas las flores,

donde cantan las aves muertas.


martes, 16 de mayo de 2023

UN CUENTO

Foto: J.X. 

Vivir en un cuento infantil, tenderse en una de sus páginas más amables y acogedoras, y, en un desvío del camino que lleva a una casa encantada, decir adiós con media sonrisa mientras caes entre los árboles, con la novia muerta dentro cuidando las flores más desvalidas.

sábado, 13 de mayo de 2023

CRECE PARA TI

 Foto: J.X.

Crece una flor en un puñado de polvo. También el tallo es de polvo. 

La flor, no. Será para ti, sin cortarla, tocándola apenas, será para ti, quienquiera que seas, enamorada muerta que revives en los rastrojos de la memoria, será para ti la flor que brota en un tallo de polvo.


martes, 9 de mayo de 2023

LA PROTECCIÓN

Foto: J.X. 

Siempre esperaba a que la iglesia estuviera vacía. Entonces aprovechaba para hacerlo: se arrodillaba en el primer banco, frente al altar, y suplicaba protección. Ignoraba a quién se lo pedía, ni concretaba tampoco de qué o de quién debían protegerle. Creía que, humillándose, postrándose de rodillas ante el altar y suplicando protección, ya bastaba. Que era suficiente con pedir ayuda, humillado, mientras el silencio resonaba entre las columnas de aquella iglesia vacía.

Cuentan algunos que necesitaba protección por haber llegado demasiado tarde a sentir el corazón.

Sostenía el peso de la muerte, dentro, muy adentro, intentando hacer revivir a la persona amada, como una flor que brotara en la ceniza.

¿Demasiado tarde? Quizá por eso, para recuperar el amor correspondido que había perdido, solicitaba protección al vacío en la fría oscuridad de una iglesia, donde incluso los desalmados, o los que habían amado demasiado tarde, tenían derecho a entrar sin ser malvistos.

Cuando por fin llegaron y le pidieron identificarse, no supo qué responder. Dijo simplemente que no tenía un domicilio fijo, y que convivía con una amada muerta que llevaba alojada dentro. Sospecharon de sus palabras, lo detuvieron y murió unos días después. No tuvo ninguna protección. 

Cuando él murió, la amada muerta lloraba dentro...

Como dos condenados a muerte que se aman, serían, en el futuro, dos esqueletos amorosos retando a la realidad desenamorada, en un duelo cara al sol y cara a la noche.

Tenían, pues, un futuro amoroso, decía el romántico irónico del barrio, desvirtuando el tradicional poder mágico del amor.


sábado, 6 de mayo de 2023

ASÍ FUE DESDE EL PRINCIPIO

Foto: J.X.

Desde que lleva dentro la muerte de ella, desde el primer día, da un paso tras otro, sin rumbo, y muere a cada momento la muerte que lleva dentro, la muerte de ella, desde el principio.

Como si ella se hubiera perdido o hubiera sido secuestrada, él proseguirá con su tarea infinita, muerte a muerte la irá rescatando, aunque se quede sin voz, aunque se quede sin alma.

Hasta recuperarla. Salvarla, como ella, tantas veces, le salvaba a él de la vida y de la muerte.


domingo, 30 de abril de 2023

NO ERAN CARTAS DE AMOR

Foto: J.X.

Texto de la primera carta:

Se subía a una silla del bar y declamaba, con voz temblorosa, casi inaudible:

Una procesión de hormigas obreras no arrastran al hoyo fragmentos de una carta de amor, sino cascarillas de semillas pegadas a una araña muerta, que servirán de alimento.

En el hormiguero (en la sociedad) aguardan el fruto del trabajo, que no es una carta de amor. Ni la necesidad de amar, sino de comer y devorar la cascarilla, la araña muerta, el corazón ofrecido en sacrificio sangrante.”

Nadie sabe lo que hacía cuando salía del bar, despidiéndose con voz temblorosa, casi inaudible, pero que se oía si te acercabas a él.

P. D. Sucedió aquí. Caían flores mojadas por la lluvia, que el barro engullía y sepultaba bajo tierra. Aquellas flores eran las mismas que luego renacieron en las ramas de un árbol seco, junto a la esquina donde ocurrió la primera muerte.

Después de tantos días, de tantas noches sin día, de tantas recaídas y muertes, al final era esto.

Al final era esto. Sin flores ni palabras. Solo en el jardín, intentando rescatar el violín roto de la novia muerta.


Texto de la segunda carta:

Más allá, en una plaza con palmeras, dos gaviota hambrientas se comen la cabeza de una paloma que no ha tenido tiempo de volar y escaparse de las garras de las dos gaviotas.

Dos hombres se ríen.

Una niña sale corriendo de la plaza, asustada.

Un barrendero recoge los restos de la paloma, y los dos hombres dejan de reír.

Quedan manchas de sangre en el suelo.

Humanidades del siglo XXI, y de los siglos anteriores y posteriores.


martes, 25 de abril de 2023

MENOS QUE NADA

 Foto: J.X.

Era demasiado frágil.

Cualquiera podía dejarle hecho una mierda. Cualquiera.

Algunos murmuraban que él también había hecho lo mismo con otra persona.

El primer amor lo dejó hecho, eso, una mierda. La añoranza mudó la piel, se transformó en serpiente devoradora. Le comió el corazón.

En el último amor, el más profundo (“Anillo de compromiso”, canta una ranchera), en ese amor se entrometió, sin embargo, la muerte y le dejó hecho, otra vez, una mierda, y, además, muerto.

No un muerto viviente de película, un monstruo nocturno, un zombi en el bosque, sino un muerto normal, un muerto en vida, un muerto que cumple las obligaciones, las condenas de la vida diaria.

Aunque se mueve por los rincones de la ciudad,  a rastras.

En una pared desconchada se oculta todo el misterio. ¿Quién osará descifrarlo? Jugarse la vida en ello.

¡No se puede amar siempre, todo el tiempo!, exclamaba subiéndose a una silla del bar.

Y añadía: El amor es una ficción humana iluminada por el espíritu. Pero ni él mismo, ese espíritu, sabe en realidad a quién ama.

Salir del bar.

Esta necesidad de estar solo entre los árboles, abrir un hoyo en la tierra y echarse bajo las raíces de una flor, e ir esparciéndose con la lluvia y el aire, más allá del mar.

Hay que jugarse la vida, en un rincón o en cualquier otra parte.

Así, pues, con más razón y fuerza, desde entonces cualquiera podía dejarlo hecho una mierda...., una mierda cualquiera, sin duda, pero disimulada bajo un mantillo de alas de mariposa.

Puro estiércol, entre un polvillo de alas de mariposa que unos dedos, al rozarlas, espolvorearon. 

Algún día podría acceder a las raíces de una flor, convertirse en polvo y echar a volar el contenido del corazón más allá del mar.


viernes, 21 de abril de 2023

AÑADIR UNA DELICADEZA A LA REALIDAD

Foto: J.X.

Añade: una flor. Suéñala, y agárrate a las raíces. Añade otro día.

Añade: un pájaro amarillo sepultado en la tierra de una maceta. Añádelo, y espera a mañana, a ver qué pasa.

Si decía que arrastraba toda la tristeza del mundo, ¿por qué se quejaba al tropezar con las flores?

Dejaba trozos de corazón debajo de la flores con la ilusión de que las raíces los acercaran a ella, ¿a quién?, a ella.

Si encontraba a alguien por la calle y se saludaban, le gustaba decirle que, ahora mismo, se dirigía a comprar un ramo de tres flores para llevarlas a su novia, con quien se había citado en secreto.

No siempre explicaba que era su novia muerta con quien tenía una cita junto al mar, bajo unos almendros en flor.

domingo, 9 de abril de 2023

UN AMOR INCOMPRENDIDO

Foto: J.X.

 

Algunos vecinos comentan aún el asunto de aquel individuo de trato difícil, de pocas palabras, que residía en el piso 2º 2ª y que un día repartió en los buzones de la comunidad una carta firmada.

En la misma se disculpaba en calidad de vecino y les contaba que si parecía un insociable porque no hablaba en el ascensor y prefería la soledad, ello era debido a un trabajo especial que le absorbía desde hacía un tiempo: la delicada labor de peinar los bellos rizos y limar las uñas largas, afiladas -esmaltadas, precisaba, con blanco de nube deshecha-, de un cadáver amoroso que le ocupaba gran parte del día y de su vida.

Reunidos los vecinos, asustados por dicha confesión, decidieron, por mayoría, denunciarlo y expulsarlo de la comunidad.

Estaba mal visto y era insano, argumentaron, peinar los rizos y pulir las uñas de un cadáver en una comunidad de vecinos respetables.

Un cadáver que, por cierto, nunca fue encontrado en el piso, ni en ningún otro lugar.

El juez lo declaró inocente, añadiendo en la sentencia que él, el juez, tenía un hijo poeta y que, por lo tanto, se había acostumbrado a las visiones y metáforas y a otras extravagancias líricas de los poetas.

El extraño vecino, sin defenderse en absoluto y no queriendo explicar más de lo que ya había escrito en la famosa carta, abandonó de inmediato la casa y se fue a vivir a un callejón, a una planta baja cerca de un cementerio, donde podría seguir peinando los bellos rizos y puliendo las uñas largas, afiladas, de un cadáver amoroso, cuyos cuidados lo tenían ocupado gran parte del día y de su vida.


viernes, 7 de abril de 2023

LAS ZAPATILLAS ROJAS

Foto: J.X.


I

Si das media vuelta para burlar a la muerte;

si te resistes a tratar con la muerte y no sales a danzar, a bailar con ella, esa negativa te dejará en tal estado de postración, con tanta soledad por dentro y por fuera, que difícilmente te apoyarás en el suelo y te levantarás para escapar y confundir a las zapatillas rojas de la muerte;

sin embargo, aunque des un rodeo y no acudas a la cita, no por eso conjurarás la posesión de la danza, de igual modo te perseguirán las zapatillas rojas del baile de la muerte -sea de un ser querido o tu propia muerte-, que vendrá con la música del desamparo y te coserá a la espalda el peso de la sombra más larga.


II

La sombra más larga del desamparo, cosida a tu espalda, se descose y se pone delante tuyo. ¿Con qué propósito? Aún no lo sabes.

Sólo ves que ahora la tienes delante, descosida, como señalándote el camino a seguir.

Hasta que, sin que puedas abrazarla jamás (no pisarla, sino abrazarla con ternura, aunque te pese), ella volverá a ponerse detrás tuyo, y de nuevo se coserá a tu espalda la sombra más larga.



sábado, 1 de abril de 2023

ABRIL

Foto: J.X. 

Sábado, 8 de abril. Con una palmita del “Domingo de Ramos” del año pasado haciendo de escobilla, saca el polvo y las telas de araña de la estancia de la novia muerta. Deja a su lado una palmita de este mes de abril, y un par de rosas rojas.

Todo se rasgará, se marchitará, se volverá polvo, las nuevas telas de araña y la diminuta palma y las flores rojas o blancas o negras, y el ´”Montón de amarillo” y la jardinera que lo cuidaba, que le acariciaba las plumas, y tú, la mano que lo escribe. Pisadas sobre cristales rotos, sangran las huellas de los pies en la arena de una playa.

La palabra, hoy, ahora, en este mismo instante, no es soledad, ni tampoco dolor.

La palabra es desamparo.

En la soledad, en el dolor, es el cerco del desamparo. El desamparo que se extiende, cercándote.


lunes, 27 de marzo de 2023

ESPECTRO DE ABSORCIÓN

Foto: J.X.

Absorto, contemplas las ramas que surgen de la vertiente rocosa del abismo, de las que el mundo nos cuelga de las manos para hundirnos más y olvidarnos, allí, suspendidos, con las manos atadas y los pies al aire haciendo equilibrios.

Colgados en el abismo, quizá por última vez contemplando las ramas que brotan en la vertiente rocosa del abismo, contemplando las líneas negras del vacío, acaso por última vez, absorbiéndonos.

sábado, 25 de marzo de 2023

LA VISITA DEL SILENCIO

Foto: J.X.

I

Hoy has ido a visitarla y le has dicho pocas palabras. Como si en la visita te hubiera suplantado el silencio.

En la vida, a menudo, cuando se nos precipita encima el peso del silencio lo transformamos en parloteo de pájaros, en palabras de vuelo rasante, como alas, pero convenientes, para salir volando del apuro y dejar atrás el peso del silencio.

Pero al visitar a la muerte, da lo mismo hablar que no hablar, puesto que la palabra será el silencio disuelto en el aroma de las flores que embellecen el escondrijo, hasta el fondo. Es el escondrijo que sólo reconocen los enamorados difuntos.

Enamorados muertos a los que ya nadie busca, excepto algún enamorado que malvive aún de la caridad de la memoria, o de su intransigencia evocadora. Puesto que la memoria no siempre es de fiar. Es delatora y dispone además de mecanismos de tortura para someterte, para sacrificar todo el tiempo en que malvives.


II

Ella, la visitada, será perfumada y entenderá lo que, en vuelo bajo, a ras de tierra, dicen las alas heridas que remueven la ceniza bajo las raíces, con devoción de amor imposible. 


miércoles, 22 de marzo de 2023

VIVIR A EXPENSAS...

Foto: J.X. 

I

El malvivir te extrajo el corazón y lo devoró.

¿El malvivir? ¿Qué malvivir?

El malvivir, tu propio malvivir, entre alucinado y enlutado, te sajó las costillas, extrajo el corazón y lo devoró.

El tejido de luto, salpicado de vergüenza, es empapado y teñido de rojo por la sangre amorosa que te sale al encuentro y se derrama en el lugar vacío del corazón.

Es otro modo de malvivir, éste, el que ahora malvives con el corazón devorado, a expensas de ese amor secreto que brota entre las flores y te nutre. No puedes negarlo: malvives de la muerte. De la muerte de ella, en cuya sangre amorosa se transparenta el vacío que tienes en el lugar del corazón.

No entiendo nada. Pues yo tampoco. Sin embargo, aquí estamos: el alma ha salido, se ha ido de ronda, o de visita, y no sabemos si volverá.

Es lo que pasa con esa cosas del corazón, es lo que pasa y no vuelve. Un día tropiezas en una calle oscura, y a causa del golpe te quedas vacío por dentro, sin entrañas, sin corazón. Y el alma sale de casa y no vuelve.

Desde entonces, sin corazón, vives a expensas del amor cuyas flores vienen de la muerte. De la muerte de ella.

Recuérdalo siempre. Recuerda quién te rescató de la trampa del suelo en que habías caído, atrapado en ella años y años, hasta que una sangre amorosa te mantuvo en pie, sin corazón, es verdad, con el cuerpo vacío, es verdad, pero amando de algún modo, a expensas de las flores que brotan en tierra de nadie, en tierra devastada, y que siguen floreciendo a expensas de la muerte. De la muerte de ella.


II

Con el alma agarrada a la cola de una palabra buscando una salida, o pensar en ella, en la salida, en la aparición de la novia muerta, y continuar viviendo así, amando a expensas, a costa de su muerte, entre las flores reveladoras, malvivir de su muerte y encarnarla aquí, en el lugar vacío del corazón.


¿Quién eres, que hablas tanto? ¿Quién?


sábado, 18 de marzo de 2023

CAMBIO DE FLORES

Foto: J.X. 

Hoy cambias las flores.

Hay recambio para las flores de la novia muerta.

Hay recambio para las debilidades del corazón.

No hay recambio para la memoria.

Ni para la sangre derramada hasta morir en la calle, o muy lejos, entre las flores.

Ni para el alma.

Balbucear una plegaria de silencios en el vacío no es lo mismo que rezar con fe, o cierta fe. No todos podemos rezar  en una iglesia. Ni recambiar la memoria o el amor como si fuera un cambio de cromos repetidos, ni obtener un recambio de purezas infantiles, de ilusiones troceadas, usadas. Todo cambia, es verdad, cuando empiezas a morir joven, con todos los sentimientos por el suelo. Todo cambia, cuando las gotas de sangre que caían en el mostrador de mármol de una tienda (carne despiezada, corazón y alma colgados de los ganchos) comienzan a caerte sobre la piel.

Y te quedas petrificado, un coágulo en la piedra, infancia y juventud condenadas y encadenadas en la sangre petrificada, desamada.

Aunque sí que puedes esperar sentado en una iglesia, sin nadie o casi nadie, sin rezar, solo, esperando en vano, sentado, permaneciendo en silencio, amando en solitario a quien mal amabas porque habías olvidado amar. Porque llevabas el amor como un colgajo, como un despojo que te había quedado dentro, colgando, amor despellejado desde aquella noche de pena y perro en que ella, viajera, aún no había llegado de Grecia a la cita secreta, con su nombre liberador y la mano abierta, siempre abierta.

Hoy cambias las flores para ella, que no está aquí, ni en París, ni en Grecia, ni en el sendero de un bosque, pero las cambias para ella, que amaba las flores y que te hizo amarlas desde el amor despellejado que te esclavizaba.

Porque fue ella quien te rescató del desamor, del olvido del amor y sus colgajos, y te hizo amar.

Porque es ella quien te hace amar.

Aunque no esté, es ella quien te rescata de sí misma, de su propia muerte, y te hace amar en territorio de cautividad.

Es la sangre amorosa de la mano abierta, rasgada con espinas de zarza, que humedece tu alma petrificada y derrite la prisión de hielo que te encierra.

Es la sangre amorosa. 

miércoles, 15 de marzo de 2023

PRÁCTICAS DE SEDA PARA EL FUTURO

Foto: J.X. 


Cuentan que, ya de joven, cuando estaba de buen humor, se tiraba al suelo y se arrastraba como un gusano de seda. Si le preguntaban qué hacía, respondía que estaba haciendo "prácticas sedosas para el futuro”.

Cuando estaba malhumorado, triste, desconsolado, merodeaba por las callejuelas, por los callejones sin salida, retando a la muerte.

Había sido un enamorado efímero a lo largo de su vida. Sin embargo, la primera y la última vez fueron enamoramientos peligrosos, trágicos. Sobrevivió al primer amor. Pero cayó de bruces en el último amor. Desde aquellos día se arrastraba por esquinas desconchadas, como un gusano de seda que hubiera caído de un tallo quebradizo y ahora se arrastrara por la tierra, con temor a ser aplastado por un zapato cualquiera, sin escapatoria, sin salida posible.

Él, al levantarse del suelo, sosteniéndose a duras penas, ya no semejaba aquel gusano de seda, sino una mariposa clavada con un alfiler en una libreta escolar, pulverizadas las alas en la mano de un niño. 

(Alas rasgadas, hechas polvo. No en vano había hecho “prácticas sedosas para el futuro”.)

martes, 14 de marzo de 2023

ALARGAR LA VIDA DE LAS PALABRAS

Foto: J.X. 

Añadir unas palabras más y alargarlas: a ver si llegan hasta el poema de mañana.

Pendía de un hilo, todo..., colgaba, todo, como de una tela de araña...

Rota, una telaraña rasgada..., una vida entretejida con desgarros..., hay rasgaduras que hieren, infectan y matan..., espinas de rosa, espinas venenosas en la tela de araña rasgada, donde son prendidas y mueren las palabras alargadas.

Añadir unas palabras más y alargarlas hasta la rosa de espinas, en cuya tela de araña caerán y morirán envenenadas las palabras alargadas en el poema de hoy, de ninguna mañana.


viernes, 10 de marzo de 2023

TALLER DE SOMBRAS Y FILIGRANAS

 Foto: J.X.

La cita con un ser vivo -argumentaba- suponía la posibilidad de vivir, de seguir viviendo con normalidad.

Nada que ver, pues, con las citas y encuentros rotos que él recomponía en un sótano regentado por marionetas de madera.

La cita con ella en el jardín de los difuntos, era, por el contrario, un encuentro con la vida y con la muerte al mismo tiempo.

Puesto que, después, al separarse en el jardín, los dos tendrían la posibilidad de aparecer en la memoria. Aparición que se cumpliría mientras él pudiera vivir de la muerte de ella.

Mientras tanto, en un taller de sombras cortadas a medida, un payaso, extenuado en pistas de circo y teatrillos, se cosía al traje una sombra para la última función, "prevista antes de colgar del armario y olvidar el traje cosido a una sombra" -señalaba, pintándose la cara por enésima vez.

Más allá, una gaviota picoteaba la cabeza de una paloma que había cazado, y su diminuto corazón, también picoteado, caía a trozos del pico de la gaviota a la boca de una alcantarilla. No es, no puede ser ni se puede decir que los trozos de corazón muerto, devorado, se desprendían como si el viento le arrancara pétalos a una flor: había la devoración, una prueba de sangre.


jueves, 9 de marzo de 2023

CUERPO DE BAILE

 Imagen: Recortable


Recortaba unas palabras escritas en un papel.

Una vez bien recortadas las siluetas, las extendía sobre la mesa del bar y las embastaba en rojo con una aguja de coser.

A continuación, las enderezaba y, accionando el hilo rojo, las ponía en movimiento para que dieran pasos de baile. en volandas, sobre la mesa.

Si un curioso del bar le preguntaba el precio de una de aquellas siluetas de papel, el contestaba que no podía venderlas: eran de un valor incalculable, impagables.

El curioso se alejaba sonriendo con malicia, guiñando un ojo al dueño del bar, convencidos ambos de que el animador de palabras era un pobre alucinado.

Cada día las palabras eran distintas. Sin variar, no obstante, el color del hilo con que las embastaba, el rojo, siempre el rojo.

Distintas, pero con la excepción de cuatro palabras, que eran cada día las mismas, destacando en el cuerpo de baile, en primera fila:

                        Extraviado Busca Sangre Amorosa



jueves, 2 de marzo de 2023

PÁJAROS EN LA GARGANTA

Foto: J.X. 

I

Decían y volvían a decirlo, que tenía el alma en las cuerdas vocales, en la voz, en las palabras.

Cuando le falló el cuerpo y lo enterraron en la más absoluta soledad y pobreza, decían y volvían a decirlo quienes vivían más cerca del cementerio, que, algunas noches, sonaban trozos de alma en sus cuerdas vocales, como si cantara un pájaro bajo tierra.

De vez en cuando había un buen vecino que iba al cementerio y hablaba un rato con él. 

Después, al volver, contaba en el vecindario que lo había encontrado como siempre, cantando, aunque tal vez con la voz un poco afónica a causa de la humedad de la tierra, pero aun así no cesaba de cantar, comentaba el buen vecino. 

No es fácil encontrar en la ciudad un vecindario que ame a los pájaros que cantan bajo tierra.


II

Cuando el cuerpo cae al vacío, la flor cuya ceniza estaba oculta bajo la piel, es recogida al vuelo por el viento y conducida al bosque donde florecerá en el corazón de piedra que alguien, un desalmado, abandonó en un matorral del bosque. 

Dicen que es entonces cuando los pájaros descienden de las ramas de árboles y arbustos y cantan bajo tierra, entre las raíces. 


miércoles, 1 de marzo de 2023

CON UN LÁPIZ EN LA MANO

 Foto: J.X.

Le gustaba contar que escribía en la mesa de un bar como si estuviera actuando en un teatro. Para llamar la atención de algunos clientes, sobretodo de aquellos que le resultaban más simpáticos.

Al escribir así, a la vista del público, podía mostrar su soledad sin que nadie adivinara su verdadero propósito; sin decir abiertamente que estaba solo y abandonado en la vida

Ponía una hojita de papel sobre la mesa del bar, y con un bolígrafo o un lápiz -le bastaba un trozo de lápiz- escribía una frase o un verso. Movía la cabeza y miraba a lo lejos buscando inspiración, gesticulaba con el pequeño lápiz entre los dedos, seleccionaba gestos delicados como si quisiera mostrar en público sus sentimientos, pero de forma velada. De tal modo iba exhibiendo su soledad, su fragilidad en medio de este mundo. O por lo menos, esto es lo que él creía al hacer aquella representación: un escritor que necesita protección, un poeta que refugia su desolación en la mesa del rincón de un bar.

¿Era su comedia una acción de demanda, un gesto de requerimiento amoroso, una plegaria escenificada?

¿Un grito callado en el vacío, un grito de socorro disimulado en el interior de un bar?

¿Acaso creía que si se fijaban en él y miraban con atención cómo escribía en la mesa del bar, con un lápiz gastado en la mano..., o haciendo ver que escribía..., acaso imaginaba que con esta representación el público asistente se interesaría por él, por su vida, por su obra, y que tal vez algunos de los clientes, los más simpáticos, comenzarían a quererle un poco más?

¿Acaso había alguna palabra o alguna mirada ajena que pudiera redimirlo de la realidad?

¿Había alguna palabra para él, un humilde farsante del alma?


lunes, 27 de febrero de 2023

LA MALDICIÓN

Foto: J.X. 


Ya no era aquel niño de “buen corazón”, como decía su madre a otras madres.

Ahora tenía el alma carbonizada por las maldiciones de la edad.

Sentía, la culpa, muy adentro, extendiéndose entera por todo el cuerpo, tocando, manoseando las puntas del alma, atravesándola.

La culpa frota aristas en las entrañas, con dureza, con más y más dureza -hasta que se carbonizan mutuamente con el roce, aristas y entrañas-, y la culpa se diluye a través de las venas, un fuego líquido, feroz, que envenena al cuerpo y lo consume de la cabeza a los pies, del corazón al corazón. 

La última esperanza, pues, era invocar una lluvia de sangre amorosa que le empapara a él y a su mala sombra. Sangre amorosa que cayera sobre la tierra abandonada, a cuyo abismo se precipitan las vendas rasgadas del amor envenenado, las vendas cortadas de las heridas mortales, jirones manchados de dolor arrojados al precipicio sin fondo. 

Amor envenenado que ya no está envuelto, vendado, y que al precipitarse desnudo, durante la caída al vacío, será lavado con sangre amorosa y aparecerá la ceniza de la flor, que permanecía enmascarada bajo la piel, incólume al veneno. 


miércoles, 22 de febrero de 2023

TRANSFIGURACIÓN

Foto: J.X.

Era su único modo de vida: transitar por la ausencia.

Después del amor a tiempo y del amor a destiempo, aquí, en ese tránsito por las sombras, caben los restos de todo el amor del mundo.

Era un modo de amor, ese constante cruzar a través de la ausencia..., ese tránsito de vivir postrado en la caída..., cerrando los ojos en la ceniza de las flores de la muerte, en la ceniza de la flor.

Preservar la ceniza de la flor, oculta bajo la piel. Preservarla, de manera que se confunda con la postrera ceniza del cuerpo y el alma.

Vivir el amor en aquella ausencia, en aquella muerte..., en la flor de ceniza oculta bajo la piel, cuyo perfume irá más allá de la muerte..., en la ceniza.

La ceniza de la flor, escondida bajo la piel..., perfumando la transfiguración última que se esparce en lo alto del vacío..., alejándose sobre el mar, hacia...

En su vida tenía un solo compromiso sagrado: acudir a la cita semanal de los sábados, por la mañana, a primera hora, con la novia muerta. Después de la cita pactada en secreto, debía cruzar la ausencia que se convertía en niebla entre las calles de arriba, para luego ir descendiendo, con la niebla, hasta las callejuelas de abajo, y adentrarse en el lugar recóndito donde acaba la ciudad y comienza el mar..., con la ceniza de la flor recogida por el viento y custodiada más allá del horizonte del mar, donde son lavadas con sangre sacrificial las deudas amorosas del cuerpo y el alma.

viernes, 17 de febrero de 2023

LAS FLORES DEL DOLOR

 Foto: J.X.

Nunca podría olvidar el dolor, aquel dolor, que no era su dolor, que no era su propio dolor, sino el dolor de otro ser, el dolor de ella.

Llevaba flores en los bolsillos que repartía entre las novias muertas que se le aparecían por las calles.

Una de ellas, entonaba una canción cuya letra evocaba, no sólo la pérdida de un amor, sino la historia de un amor extraviado, "perdido y extraviado", indicaba como para señalar una mayor perdición, o delirio amoroso.

Otra, se lamentaba del olvido en que los seres queridos tienen a las novias muertas, tanto, tanto, que ellas no pueden atravesar la distancia del olvido, no pueden resucitar en la memoria y volver a la vida.

Todo el amor del mundo cabe en la ceniza de una flor, si esa flor está bien escondida bajo la piel, de modo que pueda perdurar más allá de la muerte, como flor oculta bajo la piel, en la ceniza. Por eso, todo el amor del mundo cabe en una flor, en la ceniza de una flor -le susurraban al oído dos novias muertas, mientras lo acompañaban del brazo hasta la próxima esquina.

Todo nos destroza”, dijeron ambas al despedirnos en la esquina y darnos un beso en plena muerte, el cual tenía gusto a ceniza de flor en plena calle, amor de novia muerta oculto bajo la piel, en el escondrijo de ceniza de la flor.


sábado, 11 de febrero de 2023

EL DESAMOR DE UNA DESCONOCIDA

Foto: J.X. 

Sin deshojarlos, abre los pétalos que amarillean de una flor blanca arrojada al suelo por el viento, y deja a la vista los pétalos que la flor ocultaba, semejando ahora, de tan blancos, una flor recién cortada.

Convertida en flor nueva, la deposita en el vaso funerario del nicho de una desconocida. 

Desconocida, porque no vemos en la lápida ningún nombre, ningún apellido, ni fecha de nacimiento ni de defunción. 

La desconocida -según el escrito grabado en la lápida- enfermó de amor de los veinte a los cuarenta años. Un desamor tal, del que ya no pudo recuperarse. Todo ese tiempo (veinte años) sobrevivió aislada del mundo, sin apenas hablar con nadie -concluye el escrito.

Ante la falta de información sobre la identidad de la desconocida, sorprende, por el contrario, el dato tan preciso de la duración de la dolencia amorosa. Una enfermedad de amor que perduró dos décadas, de los veinte a los cuarenta años.  

Al pie de la citada nota, hay medio corazón grabado en blanco sobre el mármol oscuro de la lápida, en alusión simbólica al desamor incurable.

Esa mitad del corazón parece haber sido mordida.


viernes, 3 de febrero de 2023

LA CITA

 Foto: J.X.

Hoy es el día de la cita.

Nos hemos citado una vez más.

¿Qué nos diremos al encontrarnos de nuevo?

¿Nos besaremos al cruzar la puerta del jardín, o esperaremos a llegar a la callejuela poco iluminada?

Como siempre, he llegado con antelación, una media hora antes de lo previsto.

Pienso en ella y ya aparece. La veo avanzar por la plaza que da al jardín. Lleva un ramo de flores.

Nos abrazamos. Me da la mano y me conduce a otro lugar, a la sala de fiestas de un bosque, donde bailaremos entre los árboles.

Hoy baila más ligero, y el aire juega con su falda plisada, cuyos pliegues remontan el vuelo como alas de paloma.

Siento el peso de su brazo en mi hombro y me inclino a un lado. Pierdo el ritmo y ella sonríe y me apretuja, dando otro vuelo de paloma con su falda. Ahora aprieta con dulzura mi hombro inclinado.

Se le cae el dedo meñique. Lo recojo del suelo como un tesoro y lo restituyo en su mano, coronándola.

Aletean, bailan los pliegues de su falda, alas de paloma con una flor en el pico.

El bailarín, como si fuera un maniquí torturado en un sótano, arrastra los pies ensangrentados.

Ella le susurra: “Piensa en mí, y alza el vuelo como las alas de mi falda”.

Mientras bailan, la herida de un corazón hiere al otro, la doble herida agujerea la memoria y la sangre de ambos se derrama, gotea sobre dos almas extenuadas en el suelo, que ahora se incorporan al sentir encima el peso escurridizo de la sangre. Entre caídas y recaídas, intentan remontar el abismo desde un charco de dos sangres.




miércoles, 1 de febrero de 2023

CUANDO SE DESVANECE EL OLOR DE LAS FLORES

Foto: J.X. 

Si olvidar es la muerte, y recordar, también,

cuando faltan las palabras y se desvanece el olor de las flores, ¿qué otro modo hay de vivir o de morir?

¿Quererte en la muerte, viviéndolo?

SIN DECIR

Foto: J.X.

No la digas aún.

No digas la última palabra.

¿Palabra de vida? ¿Palabra de amor ¿Palabra de muerte?

No la digas, espera, no la digas todavía.

¿Por qué no decirla? ¿Acaso decirla no sería la vida, el amor, o la muerte?

Por si acaso, no digas aún la última palabra.

Y si no tienes ninguna palabra, ¿cuál será la última palabra? ¿Cuál es?

Espera..., sin decir.

lunes, 30 de enero de 2023

INVITACIÓN AL BAILE

 Foto: J.X.

Ésta no es la danza de la muerte.

Es otra clase de invitación al baile.

Están invitados a bailar un vals mexicano, una ranchera a ritmo de vals, todos los vivos y muertos enamorados registrados en este lugar.

También quedan invitados los desenamorados, previa explicación de sus respectivos desamores.

Es decir, aquí cabe todo el mundo enamorado y desenamorado, y todos aquellos que viven y mueren de vergüenza por amor o desamor.

Cabe todo el mundo.

Pueden olvidar la recomendación anterior: no es necesario explicar nada para bailar aquí una ranchera a ritmo de vals.