domingo, 23 de agosto de 2020

ESCRITO EN LA CORTEZA DE UN VIEJO ÁRBOL DEL BOSQUE


Foto: J.X.

Desde entonces,
cada día
era un peso,
el peso de un día más.
Desde entonces,
cada noche,
para él,
era la última noche.
Escribía versos en el aire,
en la arena nocturna de las playas,
en rocas y piedras escondidas,
en la corteza de los árboles
más recónditos y lejanos.
Algunas noches,
la corteza de un árbol,
herida por las palabras,
sangraba sobre la hierba.
Carcomido el tronco,
le crecían flores por dentro.


1 comentario:

Una vecina de la Pensión dijo...

Cuando un árbol sangra, llora todo el bosque, y con este llanto, si el apesadumbrado lo oye y lo siente, puede ir quitándose el peso de un día mas.