domingo, 30 de abril de 2023

NO ERAN CARTAS DE AMOR

Foto: J.X.

Texto de la primera carta:

Se subía a una silla del bar y declamaba, con voz temblorosa, casi inaudible:

Una procesión de hormigas obreras no arrastran al hoyo fragmentos de una carta de amor, sino cascarillas de semillas pegadas a una araña muerta, que servirán de alimento.

En el hormiguero (en la sociedad) aguardan el fruto del trabajo, que no es una carta de amor. Ni la necesidad de amar, sino de comer y devorar la cascarilla, la araña muerta, el corazón ofrecido en sacrificio sangrante.”

Nadie sabe lo que hacía cuando salía del bar, despidiéndose con voz temblorosa, casi inaudible, pero que se oía si te acercabas a él.

P. D. Sucedió aquí. Caían flores mojadas por la lluvia, que el barro engullía y sepultaba bajo tierra. Aquellas flores eran las mismas que luego renacieron en las ramas de un árbol seco, junto a la esquina donde ocurrió la primera muerte.

Después de tantos días, de tantas noches sin día, de tantas recaídas y muertes, al final era esto.

Al final era esto. Sin flores ni palabras. Solo en el jardín, intentando rescatar el violín roto de la novia muerta.


Texto de la segunda carta:

Más allá, en una plaza con palmeras, dos gaviota hambrientas se comen la cabeza de una paloma que no ha tenido tiempo de volar y escaparse de las garras de las dos gaviotas.

Dos hombres se ríen.

Una niña sale corriendo de la plaza, asustada.

Un barrendero recoge los restos de la paloma, y los dos hombres dejan de reír.

Quedan manchas de sangre en el suelo.

Humanidades del siglo XXI, y de los siglos anteriores y posteriores.


martes, 25 de abril de 2023

MENOS QUE NADA

 Foto: J.X.

Era demasiado frágil.

Cualquiera podía dejarle hecho una mierda. Cualquiera.

Algunos murmuraban que él también había hecho lo mismo con otra persona.

El primer amor lo dejó hecho, eso, una mierda. La añoranza mudó la piel, se transformó en serpiente devoradora. Le comió el corazón.

En el último amor, el más profundo (“Anillo de compromiso”, canta una ranchera), en ese amor se entrometió, sin embargo, la muerte y le dejó hecho, otra vez, una mierda, y, además, muerto.

No un muerto viviente de película, un monstruo nocturno, un zombi en el bosque, sino un muerto normal, un muerto en vida, un muerto que cumple las obligaciones, las condenas de la vida diaria.

Aunque se mueve por los rincones de la ciudad,  a rastras.

En una pared desconchada se oculta todo el misterio. ¿Quién osará descifrarlo? Jugarse la vida en ello.

¡No se puede amar siempre, todo el tiempo!, exclamaba subiéndose a una silla del bar.

Y añadía: El amor es una ficción humana iluminada por el espíritu. Pero ni él mismo, ese espíritu, sabe en realidad a quién ama.

Salir del bar.

Esta necesidad de estar solo entre los árboles, abrir un hoyo en la tierra y echarse bajo las raíces de una flor, e ir esparciéndose con la lluvia y el aire, más allá del mar.

Hay que jugarse la vida, en un rincón o en cualquier otra parte.

Así, pues, con más razón y fuerza, desde entonces cualquiera podía dejarlo hecho una mierda...., una mierda cualquiera, sin duda, pero disimulada bajo un mantillo de alas de mariposa.

Puro estiércol, entre un polvillo de alas de mariposa que unos dedos, al rozarlas, espolvorearon. 

Algún día podría acceder a las raíces de una flor, convertirse en polvo y echar a volar el contenido del corazón más allá del mar.


viernes, 21 de abril de 2023

AÑADIR UNA DELICADEZA A LA REALIDAD

Foto: J.X.

Añade: una flor. Suéñala, y agárrate a las raíces. Añade otro día.

Añade: un pájaro amarillo sepultado en la tierra de una maceta. Añádelo, y espera a mañana, a ver qué pasa.

Si decía que arrastraba toda la tristeza del mundo, ¿por qué se quejaba al tropezar con las flores?

Dejaba trozos de corazón debajo de la flores con la ilusión de que las raíces los acercaran a ella, ¿a quién?, a ella.

Si encontraba a alguien por la calle y se saludaban, le gustaba decirle que, ahora mismo, se dirigía a comprar un ramo de tres flores para llevarlas a su novia, con quien se había citado en secreto.

No siempre explicaba que era su novia muerta con quien tenía una cita junto al mar, bajo unos almendros en flor.

domingo, 9 de abril de 2023

UN AMOR INCOMPRENDIDO

Foto: J.X.

 

Algunos vecinos comentan aún el asunto de aquel individuo de trato difícil, de pocas palabras, que residía en el piso 2º 2ª y que un día repartió en los buzones de la comunidad una carta firmada.

En la misma se disculpaba en calidad de vecino y les contaba que si parecía un insociable porque no hablaba en el ascensor y prefería la soledad, ello era debido a un trabajo especial que le absorbía desde hacía un tiempo: la delicada labor de peinar los bellos rizos y limar las uñas largas, afiladas -esmaltadas, precisaba, con blanco de nube deshecha-, de un cadáver amoroso que le ocupaba gran parte del día y de su vida.

Reunidos los vecinos, asustados por dicha confesión, decidieron, por mayoría, denunciarlo y expulsarlo de la comunidad.

Estaba mal visto y era insano, argumentaron, peinar los rizos y pulir las uñas de un cadáver en una comunidad de vecinos respetables.

Un cadáver que, por cierto, nunca fue encontrado en el piso, ni en ningún otro lugar.

El juez lo declaró inocente, añadiendo en la sentencia que él, el juez, tenía un hijo poeta y que, por lo tanto, se había acostumbrado a las visiones y metáforas y a otras extravagancias líricas de los poetas.

El extraño vecino, sin defenderse en absoluto y no queriendo explicar más de lo que ya había escrito en la famosa carta, abandonó de inmediato la casa y se fue a vivir a un callejón, a una planta baja cerca de un cementerio, donde podría seguir peinando los bellos rizos y puliendo las uñas largas, afiladas, de un cadáver amoroso, cuyos cuidados lo tenían ocupado gran parte del día y de su vida.


viernes, 7 de abril de 2023

LAS ZAPATILLAS ROJAS

Foto: J.X.


I

Si das media vuelta para burlar a la muerte;

si te resistes a tratar con la muerte y no sales a danzar, a bailar con ella, esa negativa te dejará en tal estado de postración, con tanta soledad por dentro y por fuera, que difícilmente te apoyarás en el suelo y te levantarás para escapar y confundir a las zapatillas rojas de la muerte;

sin embargo, aunque des un rodeo y no acudas a la cita, no por eso conjurarás la posesión de la danza, de igual modo te perseguirán las zapatillas rojas del baile de la muerte -sea de un ser querido o tu propia muerte-, que vendrá con la música del desamparo y te coserá a la espalda el peso de la sombra más larga.


II

La sombra más larga del desamparo, cosida a tu espalda, se descose y se pone delante tuyo. ¿Con qué propósito? Aún no lo sabes.

Sólo ves que ahora la tienes delante, descosida, como señalándote el camino a seguir.

Hasta que, sin que puedas abrazarla jamás (no pisarla, sino abrazarla con ternura, aunque te pese), ella volverá a ponerse detrás tuyo, y de nuevo se coserá a tu espalda la sombra más larga.



sábado, 1 de abril de 2023

ABRIL

Foto: J.X. 

Sábado, 8 de abril. Con una palmita del “Domingo de Ramos” del año pasado haciendo de escobilla, saca el polvo y las telas de araña de la estancia de la novia muerta. Deja a su lado una palmita de este mes de abril, y un par de rosas rojas.

Todo se rasgará, se marchitará, se volverá polvo, las nuevas telas de araña y la diminuta palma y las flores rojas o blancas o negras, y el ´”Montón de amarillo” y la jardinera que lo cuidaba, que le acariciaba las plumas, y tú, la mano que lo escribe. Pisadas sobre cristales rotos, sangran las huellas de los pies en la arena de una playa.

La palabra, hoy, ahora, en este mismo instante, no es soledad, ni tampoco dolor.

La palabra es desamparo.

En la soledad, en el dolor, es el cerco del desamparo. El desamparo que se extiende, cercándote.