Foto: J.X., Playa de Argelès-sur-Mer
Él, que nunca había escuchado una palabra delicada, hubo un largo tiempo en que fue amado por ella, por la piel de la delicadeza.
Escribió y publico un relato titulado Distracciones para los seres delicados que no son amados, dejó de escribir y se adentró en el mar cuando ella murió por falta de delicadeza. Fue a buscarla y la encontró escondida tras unas ramas de coral, rodeada de peces cuyas escamas rozaban la delicadeza de su piel, como si la besaran en el fondo del mar.
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