DISPARATES, MAX ESTRELLA, EL CAMBIO CLIMÁTICO, "BLACK FRIDAY" EN BARCELONA Y EL PORTAL DE BENEYTO

¡Un disparate, un disparate, señores, ya lo dicen por todas partes, otro disparate en Barcelona!, exclama el politólogo del barrio.

¿Se refiere usted al lío navideño-verbal de la postautonomía catalana?, pregunta la cuñada del dentista.

Disparates y nada más que disparates, sin duda, como ya dicen en la capital, confirma la fiscal del barrio.  

Todo es un disparate, la tercera guerra mundial que no es la tercera guerra mundial, los refugiados que nadie refugia, la cumbre del cambio climático para salvar al mundo, ¿el mundo de los hombres muertos?, etc., etc.,  comenta la nieta del anarquista.

Con la cumbre del cambio climático y el mundo salvado, por lo menos tendremos un protocolo de flores sobre nuestras tumbas, contesta la hermana del informático.

Para desastres, los de Goya, ¿recuerdan?, pregunta la librera del barrio?

El último novio de mi madre sí que es todo un desastre, se apunta a todas, y ahora quiere ser comentarista deportivo y retransmitir partidos de fútbol, como Rajoy, bromea la hija de la bibliotecaria.

Un desastre, de poca monta, como la poesía satírica del Viaje del Parnaso, de Cervantes, como apuntan Martín de Riquer y sus cervantistas, indica el poeta romántico del barrio.

Para disparates goyescos y monstruosos, los de un vecino pintor, Beneyto, que un día pintó las puertas del edificio donde vive, con el consiguiente escándalo de la comunidad de propietarios, explica la sobrina de la peluquera.

Ah, esos artistas y poetas, siempre tan disparatados, como el Max Estrella de Luces de Bohemia, comenta la librera. 

O como los de la CUP del No y Juntos y Desavenidos por el Sí, se ríe la cuñada del dentista.

O como el disparate de los poetas caídos de una antología, con el poeta antólogo disparando sonetos a mansalva, que es el tema de mi último monólogo para el circo de estas navidades, comenta el humorista del barrio.

¡Entre disparate y disparate, cerveza, tapas, copa y lotería con "black friday"!, anuncia la dueña dueña del bar.

¡Vaya esperpento, vaya disparate, el consumismo del Viernes Negro!, salta la fiscal del barrio.

Si Marx, Engels y Lenin levantaran la cabeza..., comenta una clienta desconocida.

Y Stalin, no se olviden de la coherencia ideológica y del sentido perfeccionista de la praxis de don José, añade otro cliente, otro desconocido que se ha infiltrado, perdón, que participa en el contubernio del disparate que se celebra hoy en el bar del barrio.